viernes, 9 de noviembre de 2012

Al volante de un taxi, 42 mil adultos mayores


Conducto res mayores de 60 años relatan que laboran 12 horas para sobrevivir. Critican que en las pruebas para obtener el tarjetón les apliquen "ejercicios para traileros"

metropoli@eluniversal.com.mx 
La velocidad no es lo suyo, rebasando los 60 km/h el miedo se apodera de su cuerpo y decide pisar menos el acelerador. A su edad don Armando Rivera cree que “los reflejos no son los mismos, por eso bajo mucho la velocidad y la gente me presiona para que maneje más aprisa”, comenta.
De lunes a viernes, el licenciado en Administración Pública enciende el motor de su automóvil a las seis de la mañana y conduce a la base 412 que se ubica afuera del metro Coyoacán para “ganarse la vida”, dice el taxista de 62 años de edad. 
El hombre delgado, de tez morena y pelo cano, puede pasar hasta 12 horas sentado frente al volante; comenta que desde los 45 años iniciaron sus problemas para encontrar empleo formal. “Ninguna empresa contrata a los viejos y de algo tengo que vivir”, expresa con tono aguerrido. 
En el Distrito Federal hay un millón de adultos mayores, de los cuales 42 mil 938, según datos de la Secretaria de Transportes y Vialidad del DF (Setravi), cuentan con tarjetón para vivir del volante. 
El caso de Armando, un adulto mayor que podría estar jubilado, es el mismo que vive Juan Jaime, todos compañeros de la misma base que para obtener un tarjetón deben pasar una serie de exámenes en el Centro para el Fomento de la Educación y Salud de los Operarios del Transporte Público del DF (Cenfes). 
Estos taxistas coinciden en que el examen médico que este centro les aplica es importante, pues en algunos casos se han detectado enfermedades que a su elevada edad podrían causarles hasta la muerte. 
Sin embargo, los adultos mayores piensan que trámites como el examen de manejo y teórico es una barrera que les impide obtener el tarjetón y poder trabajar. 
“Una de las pruebas de manejo consiste en esquivar tres conos de reversa, nosotros tenemos que voltear, pero nos piden que espejeemos, y yo me digo, pues si no somos traileros, nos ponen pruebas que son para traileros, antes nos ponían pantallas y uno no está acostumbrado”, argumenta Jaime Benítez
“Trabajamos por necesidad”
A las tres de la tarde, cuando las rodillas se adormecen y se sienten “piquetes” en los riñones, Juan Hernándezde 66 años de edad, busca la sombra de un árbol, detiene su automóvil y baja del taxi, estira cada músculo y permanece de pie bajo la sombra. Con sonrisa irónica comenta que “la gente cree que porque uno está sentado no se cansa pero se cansan los riñones, las piernas, todo se cansa y a mi edad, todo se daña”.
Mientras Juan Hernández se da tiempo para estirar las piernas, Jaime Benítez decide no parar, “para que más o menos gane bien tengo que estar a las 6:00 horas fuera de la casa y llegar a las 22:00; es más, en el mismo volante, voy comiendo la torta y los tacos, no paro, pero ya me canso, ya no es la misma energía”
Juan López, representante del sitio 412 de Avenida Universidad asegura que “la gente adulta siempre es más disciplinada y no causan problemas, al contrario, llevan un orden y hay comunicación con ellos”
Para usuarios de este medio de transporte, representa un riesgo que cada vez haya más adultos mayores manejando taxis; sin embargo, por la edad de los conductores les genera mayor seguridad.
De acuerdo con el segundo informe de seguridad vial del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (Conapra) de la Secretaría de Salud federal, en 2010 se reportaron mil 26 muertes de las cuales 287 personas corresponden a adultos mayores que murieron en un percance relacionado con automóvilesl. 
Sin límite de edad
Problemas de vista, oído e hipertensión, entre otras enfermedades, han impedido a adultos mayores conseguir un tarjetón.
Víctor Manuel Ramírez Reséndiz, director general del Servicio de Transporte Público Individual de pasajeros del DF, explica que “la edad nunca será un factor para negarle el trabajo a un adulto mayor, pero si se le detecta alguna enfermedad, no pasará los exámenes y no se le dará la licencia de taxista”. Por esta razón, don Armando calcula que sólo le quedan diez años más para trabajar como taxista, “los reflejos y la misma edad hacen que te canses, cuando quiera renovar mi tarjetón me lo van a negar por alguna enfermedad y no podré ganarme la vida”.
“Por la edad no hay restricciones es más bien alguna deficiencia visual o auditiva que pone en riesgo y se decide no darle el tarjetón”, reitera Víctor Ramírez.
En lo que va del año la Secretaría de Transportes y Vialidad ha entregado 12 mil 959 tarjetones a personas de 60 años y dos mil 604 a taxistas de 70 años de edad.

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