Xalapa,
Ver., a 20 de noviembre 2012 Comunicado No. 6618-12
El médico de la Coordinación de Prevención y Atención a la Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social, José Luis Barradas Velásquez, explicó que el cáncer cervicouterino, una clase común de cáncer en la mujer, es una enfermedad en la cual se encuentran células cancerosas (malignas) en los tejidos del cuello uterino.
En
ese tenor comentó que este mal suele crecer lentamente por un período de
tiempo. Antes de que se encuentre células cancerosas en el cuello uterino, sus
tejidos experimentan cambios y empiezan a aparecer células anormales (proceso
conocido como displasia). La prueba de Papanicolaou generalmente encuentra
estas células.
“Posteriormente,
las células cancerosas comienzan a crecer y se diseminan con mayor profundidad
en el cuello uterino y en las áreas circundantes”.
El
médico añadió que las causas de este tipo de cáncer en su mayoría son
causadas por el virus del papiloma humano (VPH), un virus común que se disemina
a través de las relaciones sexuales. Existen muchos tipos diferentes de VPH y
algunas cepas de este virus llevan a cáncer cervical.
“Los hábitos y patrones sexuales de una mujer pueden aumentar su riesgo de
cáncer cervical. Las prácticas sexuales riesgosas abarcan el hecho de tener
relaciones sexuales a una edad temprana, tener múltiples parejas sexuales o
tener múltiples compañeros o parejas que participen en actividades sexuales de
alto riesgo”.
Barradas
Velásquez dio a conocer que si se encuentran células anormales, el médico
tendrá que extraer una muestra de tejido (este procedimiento se conoce con el
nombre de biopsia) del cuello uterino y lo observará a través del microscopio
para ver si hay células cancerosas.
“Para
efectuar una biopsia sólo se necesita una pequeña cantidad de tejido y puede
hacerse en el consultorio médico. Para hacer la biopsia el médico necesita
extraer una muestra mayor en forma de cono (conización), por lo que la paciente
tendrá que ir al hospital.
Asimismo,
detalló que el pronóstico (posibilidades de recuperación) y la selección del
tratamiento dependen de la etapa en que se encuentra el cáncer (si se encuentra
en el cuello uterino o si se ha diseminado a otros lugares) y el estado de
salud en general de la paciente.
“Una vez detectado
(diagnosticado) el cáncer cervicouterino, se harán más pruebas para determinar
si las células cancerosas se han diseminado a otras partes del cuerpo. Este
proceso se conoce como clasificación por etapas. El médico necesita saber la
etapa de la enfermedad para planear el tratamiento adecuado”.
Finalmente, dijo, que en el tratamiento el cáncer cervical
precoz se puede curar con la extirpación o destrucción de los tejidos
precancerosos o cancerosos. Existen diversas formas quirúrgicas de hacer esto
sin extirpar el útero ni dañar el cuello uterino, de tal manera que la mujer
pueda aún tener hijos en el futuro.
“El tratamiento para el cáncer cervical más avanzado es posible utilizar la
radioterapia para tratar los casos en que el cáncer se ha diseminado más allá
de la pelvis o el cáncer que ha reaparecido. La radioterapia es ya sea interna
o externa”, concluyó.
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