El presidente Barack Obama cumplirá un segundo periodo en la Casa Blanca
al asegurar ayer un mínimo de 303 votos electorales, al cierre de esta edición,
más de los 270 que necesitaba para ganar. La victoria se produjo luego de que
el demócrata se adjudicó estados clave como Ohio, Virginia, Florida, Colorado y
Nuevo México
WASHINGTON.— El presidente Barack Obama consiguió ayer vencer los malos augurios, el desgaste propio de un primer mandato y doblegar, contra todo pronóstico, a una poderosa coalición de intereses creados para asegurarse ayer en las urnas un segundo mandato.
En Chicago, Illinois, en medio de los atronadores aplausos de la
multitud, un presidente feliz subió al escenario acompañado por la primera dama Michelle y por sus hijas Sasha y Malia.
Obama se tomó un par de minutos antes
de dirigirse a la audiencia, que coreaba “cuatro años más”. “Esta noche,
la tarea de perfeccionar nuestra unión ha avanzado gracias a ustedes... Somos
una familia americana que asciende o cae como una nación”, dijo el
presidente.
“Sabemos en nuestros corazones que para
Estados Unidos, lo mejor está por venir. Quiero agradecer a todos los que
participaron en las elecciones”.
El mandatario apovechó para felicitar a Romney por la campaña.
Por su parte, ante sus seguidores que
lo esperaban con caras largas y entristecidas en Boston, el republicano Romney
salió a la medianoche a reconocer su derrota.“Acabo de llamar al presidente
Obama para felicitarlo por su victoria”, dijo el candidato derrotado.
Romney parecía relajado al dar su
discurso de aceptación de la derrota. De acuerdo con la BBC, muchos en Twitter
describieron la concesión de la victoria como “elegante”.
“La nación eligió otro líder, así que
Ann y yo nos unimos a ustedes para rezar por él y por esta gran nación (...)
Estas elecciones acabaron, pero nuestros principios perduran”.
En cinco minutos de discurso, Romney también agradeció el apoyo de su
esposa Ann, quien subió al
escenario con sus cinco hijos y varios de sus nietos para apoyarlo, y a su
compañero de fórmula, el candidato a la vicepresidencia Paul Ryan, quien logró mantener su
escaño legislativo en Wisconsin.
La victoria de Obama se produjo antes
de la medianoche, tras un doloroso parto de los llamados estados columpio, que
fueron cayendo uno a uno bajo la columna demócrata para garantizarle al
mandatario un mínimo de 303 votos electorales al cierre de esta edición, de los
270 que necesitaba para ganar.
El mandatario logró también la victoria
en el renglón del voto popular, donde conservaba una ligera ventaja.
El triunfo de Barack Obama ha supuesto
una importante demostración de la fuerza de sus ejércitos de operadores y
voluntarios en estados como Iowa, Nuevo México, Colorado y Ohio, donde, por
cierto, el voto latino ha resultado de vital importancia.
Según los datos de Latino Decisions-Impremedia, en una
encuesta realizada en las primeras horas de la victoria de Obama, éste
consiguió el apoyo del 75% del voto hispano, una cifra sin precedentes desde la
elección del presidente John F.
Kennedy en 1960.
Las sospechas de una derrota inevitable
para la campaña de Mitt Romney asomaron tras los resultados del republicano en
el estado de Wisconsin, un enclave que los demócratas mantuvieron contra todo
pronóstico a pesar de que Paul Ryan, el compañero de fórmula de Romney, es
congresista justamente por ese estado.
La reelección dejó a los cuarteles de
Romney a merced de una derrota lo más parecido a un naufragio, tras una noche
triste que comenzó entre muestras de un optimismo desbordado y se transformó,
poco a poco, en escenas de tensión y de reproches.
En contraste, en medio de escenas de
euforia, decenas de miles de simpatizantes de Barack Obama se arremolinaron en
las inmediaciones del McCormick Place, en el centro de Chicago,
para celebrar la segunda etapa de la era Obama. Imágenes similares se repitieron
en el plaza Times Square de Nueva York, desde donde miles festejaron el color
azul que iluminó la cúspide del Empire State, para confirmar así una victoria
que hasta hace dos semanas parecía improbable.
Congreso mantiene equilibrio de
fuerzas
El triunfo de Obama no ha supuesto una
modificación sustancial a la correlación de fuerzas que surgió tras las
elecciones de medio término del 2010. Los republicanos consiguieron mantener el
control de la Cámara de Representantes.
Los demócratas ganaron la mayoría del
Senado por un estrecho margen, arrebatándoles a los republicanos escaños en
Massachusetts e Indiana, además de revertir millonarias contiendas en Virginia,
Ohio y Connecticut, a fin de continuar con el control que mantienen desde el
2007.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, habló de reconciliación: “Ahora
que las elecciones han concluido, es hora de dejar la política de lado y
colaborar para hallar soluciones en conjunto”. La estrategia de
obstruccionismo, estancamiento y demoras ha sido rechazada por el pueblo
estadounidense. Ahora nos observan para darles soluciones”, destacó Reid
En este contexto, el republicano Ted Cruz hizo historia al convertirse en el primer senador
latino en representar a Texas y así elevar a tres la cantidad de senadores
hispanos en dicha instancia legislativa, en lo que constituye una elección
histórica para esa minoría étnica.
En la misma jornada, nueve legisladores hispanos aseguraron su escaño en
la Cámara de Representantes, incluyendo a los demócratas texanos Joaquín Castro —legislador
estatal— y el abogado Filemón Vela,
quienes llegarán por primera vez a esa instancia.
Peña Nieto felicita a Barack
En la
madrugada de hoy, el Presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, felicitó al mandatario estadounidense a través
de la red social Twitter. “Felicidades, presidente Barack Obama por su
reelección. Los ciudadanos le han refrendado su confianza. Me dará mucho gusto
felicitarlo personalmente en mi próxima visita a Estados Unidos”. (Con
información de agencias)
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