sábado, 13 de abril de 2013

Diario de un reportero


 *Pasiones insensatas
*Almas gemelas
*Bellas de noche
 Luis Velázquez
 DOMINGO
Amigo en la cama, amigo de la vida
 Algunas de las pasiones y los amores impetuosos y volcánicos de la vida, alucinantes, se han construido en la sala de redacción de la prensa escrita, hablada y digital.
Y es que los reporteros, fotógrafos, camarógrafos, editores y hasta secretarios transcurren más tiempo de su vida en las cuatro paredes del medio.
Ahí la relación inicia con una amistad, de pronto, a partir de la convivencia diaria, primero, en el frente de batalla hurgando la información; después, en la sala de redacción, redactando los textos del día, y más tardecito, a veces, en las noches, tomando un whiskito para ir cada quien a dormir, la pasión florece y alcanza su plenitud.
De igual manera como sucede, por ejemplo, en un hospital con los médicos y las enfermeras. Y en un laboratorio científico con los investigadores. Y en una escuela con los maestros, hombres y mujeres. Etcétera.
Para acabar pronto, hasta el subcomandante Marcos se puso de novio con una compañera indígena de la sierra de Chiapas en aquellos días del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
A veces, claro, ni modo, aquellas pasiones son efímeras. Otras, no obstante, se prolongan y se vuelven las más importantes de la vida. Norma Arenas Agiz, quien iniciara su vida guerrillera en el TINAM de la sierra de Zongolica, lo decía de la siguiente manera: “Amigo de la vida… amigo en la cama; amigo de la cama, amigo en la vida”.
 LUNES
Las almas gemelas
 Hay en el periodismo mucha, demasiada, excesiva soledad.
A veces, la vida se pudre atrás de la información, la exclusiva, el campanazo que lleve a las ocho columnas de la primera plana, la nota que cimbre al mundo político y cause irritación en el gremio reporteril…
Y como es natural, hay periodistas que viven por y para el periodismo como razón de ser, mística de vida, apostolado de principio a fin.
En ocasiones, la soledad los alcanza y carcome por dentro y por fuera.
Sin tregua para el placer y el disfrute de la vida, de pronto, a un lado del escritorio en la sala de redacción trabaja una reportera.
Y la reportera está pendiente de un detalle. Un cafecito. Un vaso con agua. Una llamada telefónica. Un recado. Un dato. La palabra correcta hecha a la medida.
Uno y otro empiezan a juntar sus vidas. Mejor dicho, sus legítimos sueños. Utopías. Obsesiones.
 Y cuando ambos se dan cuenta han llegado a la intimidad. Uno y otro son la medicina que cura la herida. La alegría en cada amanecer.
Y aun cuando cada uno tenga su pareja, con familia, incluso, hijos, el par construye un mundo alterno, sin hacer daño a nadie. Almas gemelas que se encontraron rodando como piedras en el camino… atrás de la noticia.
¡Oh, mi Amado Nervo: “Vida, nada me debes, vida estamos en paz”.
 MARTES
Las damas de la noche
 En el primer tramo de su vida reporteril, Jorge Arias tuvo compañeras de viaje periodístico.
Pero más allá de la sala de redacción fueron en antros de mala muerte.
Chicas de 19 a 23 años, la más viejita, laborando como damas de la noche en el mejor tugurio, el único, insuperable, en la historia portuaria de Veracruz, “La escondida”, allí donde un marino enloquecido de amor y deseo por Jack Kennedy, la esposa del presidente John F. Kennedy, se pegara un tiro, borracho, consciente y seguro de que nunca, jamás, la habría de poseer: “Paloma para el nido, león para el combate” que dijera Salvador Díaz Mirón.
Allí Jorge Arias curaba la soledad de los días y las noches reporteriles. Allí lo llevó su maestro, Juan Zanoni, el columnista de “Escribiendo la verdad” en el periódico “La nación”, que traía a tiro por viaje al presidente municipal Mario Vargas Saldaña. Y allí se quedó… hasta que el mismito Vargas Saldaña lo clausurara.
Las chicas andaban en ropas menores en la pista. Bailando, al estilo de María Victoria, la sabrosa dama “del pujido”, vestido bien apretadito a las nalgas curvilíneas. Adolescentes que apenas se asomaban a la vida.
En aquel mundo sórdido floreció el amor limpio y, en algunas ocasiones, Jorge Arias hasta fue a vivir con ellas. O al revés (que pa’el caso daba lo mismo).
El reportero trabajaba en el periódico hasta la hora del cierre. La madrugada. 2, 3 de la mañana. Y las chicas de “La escondida” también. El amanecer era para ellos. Y a veces, hasta el mediodía, cuando las sábanas se pegaban…
 MIÉRCOLES
Pasiones insensatas
 Luego, llegaron los amores en el periódico.
El periplo turístico era así: de la sala de redacción, a unas copitas en el bar de la esquina. Luego, al motel. Después, salir corriendo a casa (cada quien a la suya) antes de la medianoche… para llegar a tiempo a cambiar el pañal del niño.
Otras veces, era una girita reporteril: tres días reporteando como locos para integrar el mayor número de información. Y el cuarto día, encerrados a piedra y lodo en la habitación del hotel. Pecando con la limpieza bíblica más transparente de la vida. El cuarto oliendo a deseo. Purificados los cuerpos en el amor clandestino y prohibido.
En ocasiones, ni hablar, el deseo era muy canijo. Y en la misma oficina del periódico se expresaba a plenitud. En el baño. En alguna oficina solitaria de un piso superior. La luz apagada. Cuando la sala de redacción estaba semivacía. Sin secretarias. Uno que otro reportero por ahí. Acaso el reportero de guardia. Los editores en la hora del cierre. El policía de la noche dormitando, cómplice, aliada.
El fuego de la pasión insensata y pura al mismo tiempo…
 JUEVES
La Lolita de Nabokov
 Bien vestiditas con discreta pulcritud y elegancia, las alucinantes chicas de “La escondida” pasaban como hijitas de mamá y papá. La “Lolita” de Nabokov.
Cada una en su momento, algunas pasaban a la facultad de Periodismo de la UV por Jorge Arias para que de ‘’manita sudada’’ tomaran cafecito en “La parroquia”, entonces ubicada en la Av. Independencia.
Otras ocasiones, iban al cine a comer palomitas en la oscuridad anónima, tiempos aquellos cuando todavía los cines del IPE, en la avenida Díaz Mirón, significaban la novedad modernizadora del tiempo vivido, antes, mucho antes de que terminaran como centro de películas pornográficas donde sólo admitían parejitas lujurientas. La carne por la carne. La crudeza del deseo efímero.
Incluso, aquellas chicas hasta trabaron amistades con algunas compañeras de la facultad, cada quien metida en su onda, sin que nadie revelara su identidad, pues hasta llegaban a presentarse como alumnas de otros colegios. “Estudio en la Academia Pitman” mentían con una sonrisita cómplice.
Trabajadoras de excelencia, ahorrativas, las chicas llegaban a la facultad trepadas en su coche deportivo, último modelo, bien arregladitas y levantaban grandes expectativas.
Y fueron, por tanto, más importantes que los amores furtivos de la sala de redacción.
 VIERNES
Las mujeres de su vida
 En el insomnio, cerrada la edición, gente que suele vivir de noche, el reportero aquel se entretenía contando el número de mujeres que habían caminado por su vida como un carrusel de caballitos en feria pueblerina.
A veces, los nombres se repetían, y entonces, las enumeraba, por ejemplo, Claudia I, Claudia II, Claudia III, etcétera.
También las clasificaba por edades y estado civil. Solteras. Casadas. Divorciadas. Viudas. Colegas en la sala de redacción. Conocidas al vapor del diarismo. Hasta políticas incluidas (gracias, claro, al periodismo cómplice).
En otros casos las clasificaba de acuerdo con los meses y años de duración de la aventura y el romance, pues siempre había cuidado el tiempo de permanencia, en la inteligencia de que si un amor envejece al lado… termina pagándose tenencia…
En los últimos años de su vida aquella lista era su medicina. Cada una un capítulo. Un viaje alucinante por la geografía humana. Y al mismo tiempo, un apostolado social, si se recuerda que en la vida hay mucha soledad, y ni modo, alguien tiene el encargo divino de curarla.
 Expediente 2013
“Llévate mis amores”
Luis Velázquez
 Políticos, líderes, medios, empresarios e iglesia en Veracruz somos así: mientras un grupo de jóvenes cineastas filmaron un documental intitulado “Llévate mis amores” contando el apostolado de “Las patronas”, las señores de Amatlán que cocinan, embolsan y obsequian despensas a los migrantes, todos somos indiferente a esa gran tragedia humana.
Empezando, claro, por la cúpula gobernante del sexenio próspero y en donde, por ahora, se incluye a todos los candidatos y aspirantes y suspirantes a las alcaldías y diputaciones, cuya única obsesión en ningún momento es servir al pueblo, sino enriquecerse en nombre del Estado de Derecho.
Y sin que estas líneas parezcan un sermón, homilía dominical desde el púlpito, resulta paradójico que otros mexicanos vengan de fuera para filmar un documental sobre “Las patronas” y en la tierra jarocha, “el estado ideal para soñar”, vivamos de espaldas a una realidad social y económica inevitable:
Uno: Veracruz se ha convertido en una entidad federativa exportadora de mano de obra barata a Estados Unidos.
Dos: la economía de Veracruz se ha sustentado, más allá de la industria azucarera, el café y la citricultura, en las remesas.
Y tres: los migrantes de América Central caminan por Veracruz rumbo a Estados Unidos. Y mientras en la tierra jarocha están expuestos a los abusos y excesos del poder de las policías estatales y municipales, los agentes del Instituto de Migración, los polleros, los tratantes de blancas y los carteles, en Estados Unidos a una política segregacionista y xenófoba.
Todavía peor si se considera el dato siguiente…
 CERO APOYO DEL SEXENIO PRÓSPERO
 El documental “Llévate mis amores” fue filmado por jóvenes de la Universidad Autónoma Metropolitana (Arturo González Villaseñor al frente) para despertar la conciencia social y humana de Veracruz, y del país, y apoyar a “Las patronas”.
Y ayudar significa donar arroz, frijol, aceite, atún, ropa y calcetines… para los 400 mil hombres y mujeres que cada año pasan por Amatlán, procedentes de Centroamérica, y claro, de la misma tierra jarocha, camino a Estados Unidos.
Se trata de un grito desesperado, porque a la fecha, “Las patronas” sólo reciben auxilio de una que otra asociación civil, de una que otra universidad pública y privada y de uno que otro comercio.
Cero apoyo del sexenio próspero.
Peor tantito si se considera que el documental tiene ahora una razón prioritaria: recaudar cien mil pesos para promover su exhibición en el país y aumentar, por tanto, las donaciones a “Las Patronas”.
Y, bueno, miles de políticos de todos los partidos gastan cantidades millonarias para amarrar una candidatura al Congreso, a la alcaldía, a la sindicatura, a las regidurías, a las suplencias.
Y nadie mira a “Las patronas”.
Tantito peor si se considera que todos esos políticos se cortan las venas en nombre de los pobres, los miserables y de los necesitados de un empleo digno.
 ANTES QUE “LAS PATRONAS” ESTÁ “LA TEMPESTAD”
 Los chicos necesitan cien mil pesos para difundir el largometraje en el país.
Y, bueno, habría de referir que en el año 2012, el presidente del CDE del PRI Veracruz, Erick Lagos, compró a 22 alcaldes del PAN y PRD para desertar de sus partidos y afiliarse al PRI… a cambio de 3 milloncitos de pesos en efectivo, más la impunidad del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, a sus cuentas bajo sospecha.
Pero además, de acuerdo con la ley no escrita, los contratistas de cada obra pública pagan el diezmo, y a veces hasta el doble diezmo, al político que en nombre del gobierno municipal y estatal (sin duda, federal) concesiona la infraestructura por dedazo.
Y cien mil pesos significan para un político próspero una bicoca. Un pelo del gato.
Lo peor del asunto es que a la directora de Asuntos Migratorios de Veracruz, Claudia Ramón Perea, y al delegado federal del Instituto de Migración, Tomás Carrillo Sánchez, les vale un cacahuate el asunto, como también que “Las patronas” hayan merecido en Cuernavaca el premio “Sergio Méndez Arceo”.
Ellos viven en la frivolidad y el protagonismo populista. Y más ahora con la filmación de la telenovela “La tempestad” en Alvarado y Boca del Río, con el actor cubano William Levy y Ximena Navarrete porque, “asegún”, su transmisión en Televisa multiplicará el turismo a la tierra jarocha.
 Barandal
 *Duarte en congreso federal
*Políticos, sean congruentes
*“Texto-servidores” del rector
*El discurso de Alto Lucero
 Luis Velázquez
 PASAMANO: el jueves 11 de abril se dieron cuatro posturas significativas para el ejercicio del periodismo en Veracruz, luego del polémico premio al gobernador, y luego, claro, de que un fotógrafo de 24 años, Félix Márquez, corresponsal de Cuartoscuro, se viera obligado al exilio (uno más) para, digamos, garantizar la vida, que es obligación del Estado en un Estado de Derecho… Una y otra concurren en el mismo camino y son como vasos comunicantes testimoniando una realidad… 1) En el Congreso de la Unión, los diputados panistas de Veracruz, Tlaxcala y Coahuila denunciaron en tribuna que en el trío de entidades federativas se amordaza a los reporteros… Pero, además, y como en el caso de la tierra jarocha, según lo expresara Juan Bueno Torio, cualquier trabajador de la información que se opone a la elite gobernante “pierde su trabajo”… En pocas palabras, el exsenador de la República, exdirector de PEMEX-Refinación en el foxismo, lanzó una sinopsis del Veracruz que se está viviendo y padeciendo… El último caso estaría en la reportera Verónica Danell, despedida del noticiero estelar de Megacable porque se había convertido en incómoda, primero, para el sexenio próspero; segundo, para la misma empresa que así (con el despido) pudo multiplicar su relación con la vocera próspera… Juan Bueno Torio lo resumió de la siguiente manera: en Veracruz se vive un autoritarismo…
 BALAUSTRADAS: 2) En Xalapa, la presidenta de la Comisión de Atención a Periodistas, doctora Rocío Ojeda Callado, directora, a su vez, de la facultad de Comunicación de la Universidad Veracruzana, fue lapidaria… En rueda de prensa pidió congruencia política (también, digamos, por añadidura, ética y moral) a los funcionarios del gabinete duartista en el discurso y en las acciones… Así de simple y sencillo… Y es que si revisamos la bitácora de las últimas semanas, y por citar una referencia, los policías han agredido, exhibido, y excedido y abusado del poder del uniforme, la gorra, el tolete y la macana en contra de fotógrafos en cumplimiento de su carga laboral… Y es que, luego de dos años con cuatro meses y medio, por un lado, el gabinete duartista se corta las venas en nombre de la libertad de expresión (establecida en la Constitución General de la República); por el otro, se atenta en contra de los reporteros y fotógrafos incómodos… La palabra de Rocío Ojeda es la primera que desde el púlpito oficial se levanta ante el salvajismo en que están incidiendo uno que otro funcionario estatal… Y, bueno, los policías actúan así porque saben, están conscientes, seguros, segurisísimos de que nada pasa, y si alguna duda existiera allí están los impunes asesinatos de nueve reporteros y fotógrafos, que como en el caso de Regina Martínez, corresponsal de Proceso, con la sentencia de 38 años de cárcel a “El Silva”, nadie les cree… Ahora, mínimo, se espera que los duartistas se detengan unos minutos en el camino del autoritarismo y escuchen a Rocío Ojeda, pues en la vida, como en la política, lo único importante son los hechos, lo demás son rollos, cuentos chinos…

ESCALERAS: 3) A partir de la cooptación mediática en Veracruz, el rector de la Universidad Veracruzana, doctor Raúl Arias Lovillo, ha sido lacónico y contundente… Incluso, ha acuñado un nuevo término que pudiera incluirse en el Diccionario de la Real Academia, tarea que le ha sido encomendada… “Texto-servidores” para referirse, en ningún momento a las sexoservidoras (de las que Veracruz produce hasta para la exportación al resto del país), sino a los plumíferos de norte a sur del “estado ideal para soñar”, caracterizados por la servidumbre a la elite gobernante, a quienes tiran incienso a su paso a cambio del billete fácil, que como dice un secretario duartista, tienen como emblema bíblico la siguiente frase, a saber: “Sin el chayo no me hayo”… Y cuando el rector de la UV se refiere a los “texto-servidores” habla de quienes acatando una orden superior han venido rafagueando su trabajo como rector de cara a la elección del sucesor hacia la última semana de agosto, sólo para seguir cobrando el embute mensual… El último y cuarto evento del jueves 11 de abril es el siguiente: en Alto Lucero de Gutiérrez Barrios (así lo rebautizaron políticos lisonjeros y busca-chambas de entonces), el gobernador aseguró que “Veracruz está fuera de la lista negra de inseguridad”… Caray, se reconfirma lo que sostiene el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica, egresado de la Universidad Complutense con una maestría: la elite política jarocha se ha construido una burbuja para vivir y desde ahí pronunciar sus mentiras al resto del mundo… Y es que si “Veracruz estuviera fuera de la lista negra” de la violencia, entonces, el hermano de Juan René Chiunti, dos veces alcalde de Cosamaloapan y diputado local, candidato del Panal al Congreso local, nunca, jamás, hubiera sido plagiado, ni tampoco cumpliera hoy 13 días secuestrado… Lo anterior, sin contar que decenas, cientos quizá de pueblos en Veracruz están dominados por los carteles, con un búnker en cada latitud, y en donde el grado de zozobra e incertidumbre se mide por lo siguiente: hasta los presbíteros de cada pueblo piden a los feligreses que eviten salir en las noches, porque las calles están dominadas por los malosos… Con todo y Veracruz seguro… Además, en respuesta al discurso de Alto Lucero, en el puerto jarocho, al caer la noche camino a la madrugada, y como respuesta hace unas dos semanas a la madriza a tres marinos, uno de los cuales fue ejecutado, siete cadáveres aparecieron desperdigados en la ciudad, horas antes, incluso, de la llegada del presidente Enrique Peña Nieto… El jueves 11 de abril los demonios anduvieron sueltos en el Veracruz del sexenio próspero… Hay razón histórica de sobra: elegido obispo de Polonia en 1071, San Estanislao, caracterizado por su ayuda a los pobres, fue asesinado un 11 de abril por el rey Boleslao por haber cometido el único pecado de increpar su mala conducta, es decir, ejercer su libertad de expresión…

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