domingo, 7 de abril de 2013

Vía Crusis de familiares de enfermos



El proyecto de un albergue fue utópico

Por Luis González Romero

Poza Rica, Ver.- Familiares de enfermos, procedentes de distintos municipios de la región norte de los estados de Veracruz y Puebla, viven eterno vía crusis mientras sus familiares se encentran internados, ya que a la fecha no existe un albergue en donde puedan permanecer de manera segura y protegidos de las inclemencias climatológicas.

Hace ocho años se habló del proyecto de albergues, el primero para las embarazadas, mismo que se tradujo en realidad, por lo menos por unos meses, ya que luego lo convirtieron en el área de urgencias, supuestamente por un corto plazo mientras ampliaban y acondicionaban el espacio para ese servicio.

Lamentablemente esa obra no la pueden concluir, sigue inconclusa y por lo mismo urgencias sigue funcionando en lo que fue acondicionado para albergue de las embarazadas, las cuales siguen como antes, esperando en las afueras del hospital y aguantando las molestias mientras llega el momento del alumbramiento.

También hace 8 años, mientras se acondicionaba el albergue para las embarazadas, se hablaba de otro espacio para los familiares de los enfermos, con la finalidad de darle seguridad y evitar que permanezcan afuera del hospital, en donde lo mismo soporta el calor, el frío o la lluvia; pero fue otro proyecto utópico de las autoridades, porque nunca se cumplió.

Los familiares tienen que estar cerca del nosocomio, porque luego los buscan para que surtan las recetas, ya que en la farmacia del hospital no hay medicamentos y por lo mismo tienen que comprarlos en las farmacias que se han instalado en las inmediaciones del nosocomio.

La mayoría de esa personas son gente de escasos recursos, no tienen para alojarse en el hotel ni para comer en los restaurantes, por lo que tienen que dormir a la intemperie y alimentarse en los puestos callejeros que se han multiplicado frente al establecimiento de la Secretaría de Salud.

Por cierto cabe mencionar que los elementos de seguridad que se colocan a la entrada del edificio ponen muchos obstáculos a los familiares de los enfermos para que entren a verlos o dejarles medicinas; pero a los “corredores” de las farmacias y de las funerarias los dejan pasar sin ninguna limitación y los uniformados les dan la bienvenida con una sonrisa. Esto entre las muchas irregularidades que existen el hospital regional de ésta ciudad.

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