domingo, 16 de junio de 2013

El sector inmobiliario en México

MEXICO, D.F., a 16 de junio del 2013

La situación por la que atraviesan las grandes constructoras de vivienda en México es un foco de alerta al que debemos prestarle atención. Las seis principales desarrolladoras de vivienda como HOMEX, URBI, GEO, ARA, SARE y RUBA, pasan por su peor momento, sus deudas rebasan 5 veces sus activos y sus obligaciones con los principales bancos como Banamex, HSBC, Banorte, Banobras e Inbursa ascienden a 1,325 millones, sin embargo, sus deudas totales bancarias son del orden de los 2,294 millones de dólares.
Una agravante que presenta el sector vivienda en el país, es el abandono de alrededor de 100 mil viviendas, a causa de diversos factores como su lejana ubicación del centro poblacional, área de trabajo y estudio, la baja calidad de éstas e incluso por estar asentadas en zonas de riesgo.
Este estratégico sector se viene desplomando desde hace años, al caer la demanda de vivienda nueva de 400 mil en el año 2008 a 200 mil viviendas en el 2009. El impacto de la crisis mundial en esos años, sin duda tuvo un impacto negativo al reducirse drásticamente la disponibilidad de créditos hipotecarios, aunado a que la preferencia de los compradores se modificó ante las facilidades para adquirir inmuebles usados o rentarlos en lugares mejor ubicados, y para acceder a financiamiento para remodelar o ampliar un inmueble familiar.
Durante los últimos doce años, los entonces gobiernos federales emanados del PAN, presumieron la cantidad de viviendas construidas, sin embargo, al pasar de los años imperó la razón a quienes señalaban la equívoca política gubernamental que antepuso un agresivo programa de construcción sacrificando la calidad de vida de la población y de la propia calidad de la vivienda. El desatino fue permitirles a las desarrolladoras de vivienda e incluso incentivar la construcción en áreas alejadas del centro urbano y laboral, sin prever lo cuantioso e inseguro que les resultaría a sus moradores habitar en
ellas, aunado a lo inviable de la introducción de servicios públicos en estas zonas, muchas de las cuales siguen sin municipalizarse impidiendo a las autoridades atender demandas de limpia pública, agua potable, rescate de áreas verdes, entre otras.
La experiencia en otros lugares del país y del mundo, nos indica que una buena medida es fomentar el crecimiento de las ciudades hacia arriba y no extender el perímetro de la mancha urbana, en reciprocidad con el cuidado del entorno ecológico, abaratamiento de los servicios públicos y mejor control de la seguridad, por citar algunos beneficios.
Celebro que las actuales instituciones federales encargadas de la vivienda estén canalizando esfuerzos y recursos hacia una nueva estrategia que dinamice el mercado y eleve la calidad de vida de los habitantes, no obstante, tienen la responsabilidad de evitar el riesgo de una posible burbuja inmobiliaria que trastoque la economía nacional como sucedió en otros países.
Un sector inmobiliario afectado se vuelve un potente detonante en detrimento de otros sectores y en una sinergia negativa para nuestra economía. Por eso, los legisladores priístas estamos atentos a estas señales de alerta y dispuestos a encauzar soluciones y redireccionar, con modificaciones legales consensuadas, los esfuerzos del sector inmobiliario en México.
Creo que estamos en el momento idóneo para aprovechar tanto la confianza generada en sólidos inversionistas -en gran medida por las acciones emprendidas en estos seis primeros meses por el Presidente Enrique Peña Nieto-, como la demanda de millones de mexicanos por adquirir viviendas con mejores características que las actuales y potenciarlo con la visión del sistema bancario para otorgar créditos hipotecarios más accesibles.
Les deseo un buen inicio de semana.
www.facebook.com/HectorYunes
hector.yunes@senado.gob.mx


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