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El uso prolongado de biberón y la falta de higiene en
su manejo provocan un síndrome que lo hace susceptible a enfermedades
respiratorias, faringitis, otitis o bronquitis
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Se recomienda que la madre alimente al recién nacido
mediante la lactancia hasta los seis meses y posteriormente sustituirlo por
fórmula
Por los múltiples
beneficios en la vida, desarrollo y crecimiento de los recién nacidos,
especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) promueven la
lactancia materna hasta los seis meses de edad, tiempo en el que la madre
provee a su hijo de un alimento inmejorable que ayuda a prevenir diversas
enfermedades como infecciones de vías respiratorias y gastrointestinales de
tipo bacteriano o viral, e incluso las que se encuentran en el medio ambiente.
Leonardo Cruz
Reynoso, jefe de la Unidad de Cuidados Neonatales del Hospital de Gineco Obstetricia
(HGO) número 3 del Centro Médico Nacional La Raza, señaló que a diferencia de
cualquier fórmula o leche industrializada, la de tipo materno ofrece diversos
beneficios inmunológicos y de defensa al menor, “siempre está a la temperatura
adecuada, preparado de manera inmediata y provee de un vínculo emocional importante,
que es el binomio madre e hijo”, señaló.
“Se ha visto en
estudios que los bebés que han tomado leche por cuatro a seis meses, durante
todo el primer año de vida, van a estar sanos y en caso de sufrir algún cuadro
tipo de infeccioso, lo solucionan fácilmente y no se enferman tanto, en comparación
de aquellos que no tomaron seno materno; ellos regularmente tienen una
problemática importante y enfermedades frecuentes durante los primeros 12
meses”, advirtió.
Destacó que la
alimentación mediante la lactancia materna en el recién nacido es “a libre
demanda”, es decir, cada que el bebé lo solicite con el llanto, incluso podría
ser cada media hora, pero no debe dejarse pasar más de tres horas, ya que
requiere el aporte constante de los macronutrientes y micronutrientes de la
leche, que son proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales.
Cruz Reynoso enfatizó
que pasados los seis meses de edad, salvo en casos en que por prescripción
médica se debe continuar la lactancia materna, los especialistas del IMSS
recomiendan a las madres comenzar la alimentación con fórmulas lácteas (en
polvo), ya que éstas contienen nutrimentos y vitaminas necesarios para el
desarrollo y crecimiento físico, neurológico e intelectual.
Señaló que nosocomios
como el HGO número 3 de La Raza están en la categoría Hospital Amigo del Niño y de la Madre, en los cuales se promueve la
alimentación con leche materna y en los que el uso de vaso para la toma de
leche industrializada está indicado en los recién nacidos donde la madre no
puede otorgar seno materno, así como aquellos que suspenden la lactancia después
de los 6 meses de edad.
“Por la experiencia
que manejamos vemos en los menores el Síndrome
del niño del biberón; cuando se promueve o prolonga su uso se condiciona al
menor a que sean más frecuentes las infecciones de vías respiratorias altas,
faringitis, problemas en el oído (otitis), conjuntivitis (infección bacteriana
en el ojo), bronquitis y llegar hasta la infección de otros tejidos relacionados
en cavidad oral (dientes y encías), todo esto por deficiencia en la adecuada higiene
del biberón”, puntualizó el especialista.
Dijo que en este tipo
de hospitales se informa a la madre de los riesgos a la salud por el mal uso
del biberón y que es preferible utilizar vaso en los recién nacidos y el de
tipo entrenador en los lactantes para la leche industrializada en polvo; si hay
dificultad durante la transición del seno materno al vaso, se puede utilizar
dosificador (gotero) e incluso jeringas para su alimentación.
Agregó que también se
brinda apoyo y tratamiento a aquellas madres que sufren alguna anormalidad en
sus senos, como el pezón invertido, para alimentar a su bebé de forma alterna
en lo que se revierte esta situación; para ello, este hospital cuenta con un banco
de leche, en el que se brinda capacitación a las mamás para extraer la leche,
dar aseo a la glándula mamaria, almacenar la leche para que con todas las
medidas adecuadas de asepsia y antisepsia sea otorgada libre de bacterias a su
recién nacido.
El jefe de la Unidad
de Cuidados Neonatales del HGO 3 dijo que en ocasiones hay madres en las que está
contraindicado dar lactancia materna, esto es a quienes toman medicamentos para
crisis convulsivas, que son portadoras de un problema tumoral y reciben
quimioterapia, con problemas de hipertiroidismo y se les receta metimazol, o
las que llevan tratamiento por enfermedades cardíacas, y en ellas se brindan
métodos alternativos para que su bebé reciba los nutrimentos que necesita.
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