La impostergable y prioritaria unidad del Estado mexicano y su sociedad.

ARTICULISTA INVITADO

Héctor Yunes Landa

El fortalecimiento de las instituciones y la cooperación necesaria entre los distintos niveles de gobierno y los actores políticos y sociales, debe entenderse como un esfuerzo por optimizar recursos y por determinar de manera conjunta las acciones para alcanzar mejores resultados.
México es una república presidencialista con obligaciones de coordinación establecidas en la misma Constitución. Ningún gobierno ni fuerza política alguna pueden realizar por sí solos los cambios y las reformas necesarias que requiere nuestra nación. Por eso es impostergable y de la mayor prioridad lograr la unidad de todas las fuerzas que conforman el Estado mexicano, y, posteriormente, lograr la participación de la sociedad al lado de su Estado, para lograr la transformación que le urge a México.
El Presidente de la República es un hombre que entiende que es necesario, y lo mejor para México, acordar las reformas y las políticas públicas que van a aplicarse en los próximos seis años de gobierno con las distintas fuerzas políticas y con los distintos órdenes de gobierno, y por supuesto con los ciudadanos.
La mejor prueba de lo anterior ha sido el Pacto por México, pero no es la única; también ha conjuntado esfuerzos para proyectar la Reforma Educativa, la relativa a las Telecomunicaciones, la Reforma a la Ley de Amparo, las acciones contra la delincuencia organizada a lo largo del territorio nacional y las acciones dirigidas al desarrollo social de manera concertada, pero sobre todo, sumando los esfuerzos de los tres ámbitos de gobierno y de las instituciones acordes al tema.
Hay personas o grupos de poder que ven negativamente el hecho de contar con un Ejecutivo fuerte y hasta llegan a pronunciarse con preocupación. Me parece que este juicio está alejado de la realidad. En todo momento hemos visto la disposición de la mayoría de las fuerzas políticas por participar y lograr el desarrollo social y económico sostenido del país, así como de fortalecer la presencia de México en el concierto internacional.
Pienso que tenemos un Presidente preocupado por la inclusión política y social, pero al mismo tiempo contamos con una sociedad más exigente y vigilante, que quiere cooperar con su gobierno para que las cosas sean mejores, para que las políticas públicas se apliquen de manera adecuada y otorguen los mejores resultados para beneficio de todos, como la sociedad democrática, plural y cooperante que somos.
El Congreso de la Unión ha sido un agente importante en la cooperación entre fuerzas políticas. Los legisladores tenemos claro que somos una institución de equilibrio del poder, pero mantener en equilibrio el poder no significa disentir del Ejecutivo de forma sistemática, sino más bien señalar cuestiones que pudieran mejorarse y coadyuvar en el trabajo de la administración pública para rendir mejores cuentas a la población.
Quiero hacer desde este espacio un llamado a todos los servidores públicos, como es mi caso, a los grupos sociales, organizaciones civiles y sindicatos, así como a la misma sociedad ha seguir cooperando a cogobernar. La única manera de salir adelante es enfocar nuestros esfuerzos de manera conjunta hacia objetivos compartidos en búsqueda de construir un mejor país. De este modo podremos lograrlos de manera más acertada, si deliberamos y acordamos esos objetivos podremos crear un compromiso que nos haga sentir parte del plan y genere cohesión entre nosotros de tal suerte que logremos el desarrollo social y económico sostenido que deseamos.
En lo personal estoy comprometido con los esfuerzos que ha propuesto el Presidente y que han sido validados por otros agentes políticos y sobre todo están respaldados por la sociedad. Mi compromiso como servidor público es brindar todo mi esfuerzo y poner mi experiencia al servicio de la sociedad, pero también como ciudadano estoy comprometido para buscar que la administración pública siga modernizándose y para puntualizar como ciudadano la problemática social que se pueda presentar en nuestro país.
Hoy, estamos unidos en un mismo camino hacia el desarrollo y creo que no debemos hacer caso a aquellos que nos quieren ver divididos, guiados por intereses personales o de grupo. Estas voces no pueden estar por encima de la voluntad nacional. Lo mejor que podemos hacer como ciudadanos es cooperar con el gobierno proponiendo, siendo voluntario, aportando ideas y nuestro trabajo, y a los que tenemos la oportunidad de ser servidores públicos recordemos que también somos ciudadanos.
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