Paso de la Muerte Frente al Tianguis

Las promesas de Pablo Anaya no se cumplieron

Por Luis González Romero

Poza Rica, Ver.- Todas las personas que cada fin de semana acuden a realizar sus compras de ropa en los tianguis del 47 exponen la vida al cruzar la carretera, porque el ex alcalde Pablo Anaya Rivera nunca cumplió su problema de construir un puente peatonal, el que primero prometió como alcalde y después dijo que lo tenían que hacer los tanguistas; pero ni una cosa ni la otra, la gente tiene que exponer la vida.

Para llevar a la realidad ese proyecto se hicieron varias reuniones con los comerciantes del tianguis, mismos que fueron citados a la Sala de Cabildos, en donde se hicieron diversas propuestas de parte del ayuntamiento y de los mismos vendedores; pero finalemte todo quedó en palabras y más palabras, en promesa incumplida del entonces presidente municipal, quien finalmente puso a Poza Rica en manos de Dios y se fue en busca de otro “hueso”, mismo que estuvo duro de roer y por lo mismo se le cayó de un día para otro.

Los tianguis se pueden considerar como un mal necesario, porque en ellos la gente de escasos recursos y de clase media hace sus compras, encuentra prendas de regular calidad a bajo precio, por eso cada fin de semana llegan a ese lugar miles de personas; incluso algunas que compran medio mayoreo para la reventa y de esa forma ganarse la vida.

Da la gran cantidad de vehículos que circulan por esa carretera, los carriles de rodamiento se han ampliado, pero también aumenta el peligro, por lo que quienes acuden a efectuar sus compras se acuerdan de Pablo Anaya, como doña Josefina Hernández Solís, que dijo “bien recuerdo cuando don Pablo anunció en los periódicos un puente para las personas; pero así son los políticos, ya estamos acostumbrados”.

Los tianguistas se defienden y manifiestan que han hecho fuerte inversión para ocupar esos espacios y que además cumplen con todas las obligaciones fiscales, por lo que consideran que es obligación del ayuntamiento proteger la vida de las personas e incluso de los propios conductores de vehículos, que por choques o atropellamientos se ven en conflictos.