martes, 14 de mayo de 2013

Adiós al utópico “Oro Negro”



La obra se desvanece como las
Emisiones contaminantes de PEMEX

180 millones de pesos a la basura

Por Luis González Romero

Poza Rica, Ver.- Lo que mal empieza no se termina, tal es el caso del libramiento “Oro Negro” tan cacareado por el ex alcalde Pablo Anaya Rivera y secundada por el también ex Alfredo Gándara Andrade, y que a éstas alturas ya se habla de que dicha vía no se concluirá a pesar de que consideran que tiene un 60 por ciento de avance, y así lo confirma el  Alcalde en funciones, Armando Kirsch Ramos, quien dijo que se corre el riesgo que se suspenda la obra del Circuito Oro Negro si en un plazo seis meses no se liberan los accesos.

Desde un principio, en la administración de Pablo Anaya Rivera , comenzaron a hacer las cosas al revés: Abrieron brechas, rompieron potreros y propiedades sin antes haber pagado las liberaciones correspondientes y por lo mismo la construcción fue frenada con justa razón, porque nadie se hizo responsable de las afectaciones a ejidatarios de Poza Rica y de Papantla, habitantes de Cerro del Mesón y Tres Flores.

Es lamentable por la mala administración, no por capricho de algunas personas que no se realice esta importante vialidad para Poza Rica. “Hoy está suspendida la construcción del libramiento, en el tramo que va prácticamente de la 20 de noviembre a Gran Patio, debido a la negativa de los ejidos Cerro del Mesón, Tres Flores de Papantla, así como de una universidad privada, para permitir el derecho de vía de esa arteria”.

De terminarse la obra sería de gran beneficio para los pozarricenses, incluso para los  ejidatarios, porque con ello incrementaría la plusvalía de sus terrenos. Pero todo lo hicieron mal desde un principio y por lo menos 180 millones de pesos egresados de las arcas de PEMEX ya fueron a parar a la basura

La paraestatal Petróleos Mexicanos, tenía –supuestamente- previsto que concluyera esa carretera en este año. Sin embargo, agregó, que las exigencias y peticiones de los habitantes cercanos a la obra vial  fueron exageradas, por lo que a PEMEX y la empresa constructora no les fue posible  dar continuidad a los trabajos en  término del tiempo, razón por la cual se canceló el contrato.

Si las cosas las hubieran iniciado dentro de la legalidad y la transparencia, cual debe ser, a estas alturas no habría lamentaciones y ni mucho menos se estaría hablando de la pérdida de 180 millones de pesos. Una más de Pablo Anaya Rivera.


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