Desesperante caos vial En el centro de la ciudad

Comerciantes exigen agilizar trabajos del distribuidor

Por Luis González Romero

Poza Rica, Ver.- La circulación vehicular en el centro de la ciudad cada momento se complica más, por lo que los comerciantes del mencionado sector está exigiendo a que las autoridades municipales intervengan a fin de Petróleos Mexicanos  dedique mas atención y más trabajo en la construcción del distribuidor vial, mismo en el que se trabaja desde diferentes frentes; pero con ello han empeorado más las cosas, ya que no terminan por ningún lado y además cuando no les pagan a los obreros, las actividades se suspenden.

Este lunes se vieron momentos desesperante en las esquinas de 8 Norte y 16 Oriente, a la entrada al hospital de PEMEX, por donde estuvieron pasando los autobuses, cuyos conductores tuvieron que realizar diversas maniobras para dar la vuelta a fin de salir por la ruta de la Plaza Cívica.

Otra esquina de lo más complicado fue en Heriberto Kehoe con 14 Oriente, en donde se hicieron bolas y los taxistas no dejaron de pasar mientras que los autobuses esperaban la oportunidad para avanzar, en tanto que los uniformados de tránsito miraban el conflicto desde la sombra, ya que la temperatura alcanzó los 4 grados centígrados.

Esta penosa situación se vive en cada una de las calles de lo que llaman el primer cuadro de la ciudad, incluso de las calles que rodean al Mercado Poza Rica, dada la confusión que se ha generado con cambiar la circulación a cada momento; mientras que los obreros del distribuidor estaban inactivos, ya que no les llegó el dinero que tienen bien ganado.

Los empresarios del primer cuadro dicen que la falta de una programación eficiente a la brevedad y la cancelación de muchos semáforos, ha convertido el primer cuadro en una zona de caos, lo que genera condiciones incómodas y desanimo para los consumidores de productos de la zona, la falta de autoridad es palpable en el centro de la ciudad; no existe autoridad competente que atienda ésta problemática.

Por ello exigen que se trabaje las 24 horas de los siete días de la semana, liberando el acceso peatonal y vehicular en las áreas donde por algún motivo se hayan suspendido los trabajos, a fin de avanzar más rápido y mermar las pérdidas que esa obra ha ocasionado al comercio en general.