*Duarte tiene pánico de verme en el Congreso
*Para exhibirlo como inepto y ladrón no necesito curul ni fuero
Veracruz vive la peor etapa de su historia.
El rezago social, la pobreza extrema que afecta a millones de veracruzanos, la inseguridad que lastima a todos, se han convertido en males endémicos, de los cuales pareciera que estamos condenados a no salir.
El gobierno inútil y corrupto de Javier Duarte ha terminado de destrozar Veracruz, tarea iniciada por Fidel Herrera, quien nos llevó a la quiebra en todos los órdenes y hoy es encubierto, solapado y protegido por el propio Duarte.
Frente a la desgracia social, la destrucción de la vida democrática y la limitación de las garantías individuales parecieran perder relevancia, pero no es así.
La única vía no violenta que tenemos los veracruzanos para lograr un cambio, para sacar del gobierno a la pandilla que lo tomó hace casi nueve años, es hablando con la verdad y organizándonos. Estar listos para actuar.
Lograr una verdadera vida democrática, donde la libre expresión sea una realidad, donde el gobierno no aplaste la voluntad ciudadana, donde los recursos públicos dejen de dilapidarse, donde no exista impunidad, son acciones que debemos impulsar quienes queremos a Veracruz. Todos podemos hacer algo.
Eso haré con mayor intensidad los próximos meses y años.
Sé que cientos de miles de veracruzanos comparten estos mismos objetivos.
Con ellos seguiré en la lucha.
Mi voz estará con la de muchísimos veracruzanos que exigen un cambio de fondo en el ejercicio del gobierno o la salida de Duarte y su pandilla.
No he sido, no soy, y no seré cómplice de las barbaridades que desde el gobierno del estado se cometen cada día en perjuicio de los veracruzanos.
Duarte puede quedarse con las 50 curules del Congreso, lo que nunca podrá tener es mi silencio.
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