Juan Adán Calderón no es el primero
Por Luis González Romero
Poza Rica, Ver.- Con la promesa de una
plaza en el gremio magisterial, el ahora diputado federal por el V Distrito de
Veracruz, Gaudencio Hernández Burgos defraudó al ciudadano Juan Adán Calderón
García, quien por cuatro años se dedicó a hacer labores para el rancho Mi
Líder, propiedad del legislador y ex dirigente estatal del SNTE Sección 32.
A punto de culminar su educación
profesional en la licenciatura de Educación, aunque considera que su edad ya es
mayor, no le impidió cumplir esta meta. Es originario de Huejutla, en el estado
de Hidalgo.
Pero considerando que a futuro, al
concluir sus estudios profesionales, debía iniciar la búsqueda de un trabajo
con solidez económica y garantía de prestaciones, es que buscó a Gaudencio
Hernández Burgos y “a su equipo”.
“Lo que hice fue confiar en ellos y me
empecé a poner a disposición (…) me pidieron que tenía que hacer algo por el
rancho de El Maestro (Gaudencio Hernández Burgos) para poder tener un empleo,
pero resulta que al empezar a dar (trabajar) pues empiezo a ver ciertas
negligencias por parte de Alfredo Cortéz, es quien tiene el control del
rancho”.
Fue hace cuatro años, explicó, por un
periodo estuvo laborando al interior del rancho Mi Líder, localizado en la
comunidad El Palmar del municipio de Cazones, de su propio bolsillo suman 70
mil pesos que invirtió construyendo portones, rejas , comederos, postes y 27
mil pesos en efectivo.
“Ha pasado el tiempo y El Maestro aun
no me resuelve la situación, hace algunos meses hable con Alfredo Cortez
preguntándole sobre el recurso, y este me dijo que ya se había perdido.
Esto es ejemplo de impunidad que puede
haber por un funcionario que fue dirigente de la Sección 32 y ahora Diputado.
Con mucho trabajo y esfuerzo conseguí el material y pedí prestado taller para
hacer los portones”.
Señaló de forma directa a Alfredo
Cortés y al diputado federal Gaudencio Hernández Burgos, porque “se hacen de la
vista gorda”, pero advirtió el agraviado que a personas del sexo femenino se
les da mayor preferencia en solicitudes como la suya.
“La plaza era para lo que fuera, fuese
prefecto, docente o aunque fuese limpiara los salones, simplemente quería una
plaza.
Ahora esta difícil conseguir un empleo y
entonces fui timado y ahora Gaudencio ya no me hace caso y su gente que tiene a
su alrededor es la que le hace quedar mal”.
Juan Adán es padre de dos hijos, a los
cuales debe cumplir con su manutención y aun adeudo por el servicio de flete
para el traslado de los portones que construyó para el rancho Mi Líder, y pide
la devolución de su dinero, aunque es pesimista luego que de interponer la
denuncia correspondiente asegura que se le objetará porque Gaudencio Hernández
Burgos es un “legislador encumbrado”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario