Benedicto XVI desea Feliz Navidad en 65 lenguas; invoca a la Paz en zonas conflictivas del mundo

 Por: Redacción / Sinembargo - diciembre 25 de 2012 - 8:02 Destacadas, TIEMPO REAL, Último minuto - 2 comentarios   Ciudad del Vaticano, 25 Dic (Notimex).- El Papa deseó hoy feliz Navidad al mundo entero con saludos en 65 lenguas distintas, al finalizar su mensaje “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) que pronunció ante una multitud desde el balcón central de la Basílica de San Pedro.
 Ante más de 80 mil personas congregadas en la plaza central del Vaticano, el obispo de Roma comenzó felicitando a los romanos e italianos en su idioma, a los cuales deseó que el nacimiento de Cristo renueve los corazones de los creyentes.
 “Que el evangelio del salvador traiga la paz en las familias, consuelo a los sufrientes y ayude a los habitantes del país entero a crecer en la confianza recíproca para construir juntos un futuro de esperanza, más fraterno y solidario”, señaló. Inmediatamente después el líder católico saludó en las lenguas más habladas entre las cuales el francés, el inglés, el alemán, el portugués.
 En español exclamó: “Feliz Navidad! Que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, en la familias y en todos los pueblos”. Continuó sus felicitaciones en holandés, luxemburgués, griego, albanés, rumano, húngaro, polaco, checo, eslovaco, croata, esloveno, serbio, búlgaro, serbio-lusazo, macedonio y bielorruso.
 Luego en ruso, mongol, kazako, ucraniano, lituano, letonio, estonio, finlandés, sueco, islandés, maltés, georgiano, turco, árabe, etíope-eritreo, hebreo, arameo, armenio, suajili, kirundi-kinyaruanda, malgascio, hindi, tamil, malayo, bengalí, birmano, urdu, chino y japonés. Concluyó saludando en coreano, vietnamita, tailandés, singalés, indonesio, cambodiano, filipino, maorí, samoano, esperanto, guaraní y latín. 
INVOCA LA PAZ EN ZONAS CONFLICTIVAS DEL MUNDO  El Papa Benedicto XVI invocó hoy la paz para las zonas más conflictivas del mundo, de Siria al norte de Africa, del Congo a Mali, en su tradicional mensaje de Navidad pronunciado ante más de 80 mil personas en El Vaticano.
 Poco antes del mediodía, el líder católico se asomó a la ventana central de la Basílica de San Pedro acompañado 
por sus secretarios personales y algunos cardenales, desde allí saludó a la multitud que respondió aplaudiendo, agitando banderas y carteles.
 Tras escuchar a una banda musical que ejecutó los himnos de Italia y El Vaticano, el Papa pronunció un discurso en el cual pasó revista a los principales problemas que afectan al mundo.
 Deseó que la verdad brote para la población de Siria, “profundamente herida y dividida por un conflicto que no respeta ni siquiera a los enfermos y cosecha víctimas inocentes”.
 Por eso lanzó un llamado para que cese el derramamiento de sangre, se faciliten las ayudas a los prófugos y a los desplazados y, a través del diálogo, se alcance una solución política al conflicto.
 “Que la paz brote en la Tierra donde nació el Redentor, y él conceda a israelíes y palestinos la valentía de poner fin a tantos años de luchas y divisiones, y emprender con decisión la vía de la negociación”, indicó.
 Rezó por los países del Norte de África los cuales, dijo, atraviesan una “profunda transición” en la búsqueda de un nuevo futuro. Se refirió de manera particular a Egipto, “la amada tierra bendecida por la infancia de Jesús”, y auguró que tanto allí como en el resto de las naciones de la región, los ciudadanos construyan juntos sociedades basadas en la justicia, el respeto de la libertad y la dignidad de cada persona.
 “Que la paz brote en el vasto continente asiático. Que el Niño Jesús mire con benevolencia a los numerosos pueblos que habitan en aquellas tierras y, de modo especial, a cuantos creen en él”, estableció. Además invocó que “el rey de la Paz” dirija su mirada a los nuevos dirigentes de la República Popular China en el “alto cometido” que les espera.
 “Expreso mis mejores deseos de que en esta misión se valore la contribución de las religiones, respetando a cada una de ellas, de modo que puedan contribuir a la construcción de una sociedad solidaria, para bien de ese noble pueblo y del mundo entero”, añadió. 
Asimismo el obispo de Roma imploró porque la Navidad favorezca la vuelta de la paz en Malí y de la concordia en Nigeria, donde crueles atentados terroristas continúan causando víctimas, particularmente entre los cristianos. “Que el redentor ayude y consuele a los prófugos del este de la República Democrática del Congo y conceda la paz a Kenia, donde sangrientos atentados han golpeado la población civil y los lugares de culto”, afirmó. 

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