Xalapa, Ver., a
28 de diciembre 2012
El médico de la Coordinación de
Prevención y Atención a la Salud
del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte, José Luis
Barradas Velásquez, detalló que un alto porcentaje de las mujeres embarazadas
sufren de sobrepeso y obesidad, factor determinante para el desarrollo de
enfermedades graves como diabetes e hipertensión que ponen en riesgo la vida de
la madre y del bebe.
“Destacó que
algunos factores como el peso del pequeño, la placenta y el necesario
incremento de grasa corporal durante el período, pueden influir a que la futura
mamá aumente de peso, razón por la que es necesario que lleve una dieta
balanceada”.
En ese tenor el
médico comentó que la obesidad de la gestante, previa al embarazo o adquirida
durante este periodo, debe considerarse siempre un factor de riesgo para la
madre, el feto y el recién nacido.
Por ello dijo
que durante el embarazo es recomendable que la mujer suba entre nueve y 12 kilos; sin embargo cuando se diagnostica
obesidad, únicamente debe subir siete kilos en el primer trimestre; los bebés
de estas mujeres tienen mayor riesgo de tener malformaciones ubicadas en la
zona central, renal, abdominal, cardiovascular, intestinal o hasta aborto
espontáneo.
“Los riesgos
que con mayor frecuencia se observan en nuestras derechohabientes que tienen
obesidad durante el embarazo son: la diabetes mellitus, hipertensión
gestacional y preeclampsia, además existe
mayor riesgo de que el bebé muera en el útero, elevación de los niveles
de colesterol y triglicéridos, todo esto ocasiona un parto prematuro”.
Asimismo
detalló que en pacientes obesas sube la incidencia de cesáreas y el trabajo de
parto es más difícil y prolongado. Al término del embarazo hay mayor riesgo de
infección en la herida quirúrgica, endouterina, tromboembolias, formación de
coágulos en las venas, sobre todo en piernas y pies.
“Debido al
exceso de peso, estas mujeres presentan complicaciones en la articulaciones,
como osteoartritis, lesiones recurrentes en rodillas, lumbalgias, y a nivel
respiratorio habrá una disminución en el volumen total de aire que los pulmones
son capaces de contener y dificultad para respirar y exhalar”, sostuvo.
Por otro lado
dio a conocer que una dieta balanceada y
nutritiva es necesaria a lo largo de la vida de las personas, pero muy
primordialmente durante la etapa de gestación.
Finalmente
recomendó una estrecha comunicación entre paciente, médico y nutricionista,
aunado al ejercicio físico que ayuda a mejorar la condición cardiovascular y
muscular, evita el aumento excesivo de peso, lo que proporcionará una mejor
condición física general y menos riesgo al enfrentarse al trabajo de parto.
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