Xalapa, Ver.,
a 1 de febrero de 2013.
Los síntomas más frecuentes de la cistitis son el aumento en la
frecuencia de orinar, ardor y urgencia de orinar, que va de leve hasta severa,
cuando no se puede controlar la orina y queda la sensación de que faltó
terminar, en ambos casos la orina no es transparente.
Al respecto el médico de la Coordinación de Prevención y Atención de la Salud del Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS) en la delegación Veracruz Norte, José Luis Barradas
Velásquez, sostuvo que la cistitis, es un padecimiento inflamatorio agudo de la
vejiga, que se presenta a todas las edades y géneros, aunque afecta principalmente a personas de la
tercera edad de ambos sexos y a mujeres en edad fértil.
Asimismo explicó que este mal
puede tener su origen tanto en bacterias como en factores externos como la
radioterapia y señaló que solo el
padecimiento bacteriano abarca un 80 por ciento de los casos.
De
igual manera destacó que la prevalencia de la cistitis entre mujer y hombre es
de tres a uno, sobre todo la de tipo bacteriano, debido al factor predisponente
de contagio que implica en el cuerpo femenino, la cercanía del recto, la vagina
y el meato urinario.“Hemos detectado en el IMSS que en el hombre son más difíciles las infecciones de la vejiga por la dimensión de la uretra y la presencia de la próstata”.
Barradas Velásquez subrayó que ante cualquier síntoma los pacientes deben de acudir a su Unidad Médica Familiar (UMF) para ser valorados por su médico y recibir el tratamiento adecuado y no automedicarse.
“Las manifestaciones que pueden aparecer en las infecciones bacterianas son fiebre no elevada y dolor de espalda. Los estudios que detectan este padecimiento son microscopia o macroscopía. Aproximadamente el 40 por ciento de las mujeres que presentan cistitis tienen hematuria microscópica (tienen glóbulos rojos en la orina, pero no pueden ver la sangre cuando orinan) debido a lo severo del proceso inflamatorio”.
Por último dio a conocer que la mejor forma de prevenir las infecciones en vías urinarias es no aguantarse la necesidad de orinar, porque se genera inflamación y favorece las infecciones.
“Tomar bastantes líquidos, de preferencia agua natural, la cantidad suficiente para que el color de la orina que se expulsa sea casi transparente”.
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