Difama, grita, patalea, pega y desestabiliza, que algo queda, son las monedas de uso de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ex candidato presidencial perdidoso de las izquierdas.
Ante las pretensiones de Marcelo Ebrard Casaubón de postularse como candidato a la presidencia de la República por el PRD en 2018, AMLO decidió fundar su propio partido (MORENA) y también va por la presidencia en 2018, por tercera ocasión, a sabiendas que divididas las izquierdas, con dos candidatos, obtendría menos del 15% de la votación.
Para esta tercera intentona AMLO suma voluntades y votos, sin importar que sean de simpatizantes afines a otros partidos de izquierda (PRD, MC, PT), desestimando los costos de ambas partes.
En política todo se vale y a los que no les guste ¡que se jodan!, yo soy el jefe y el líder ¡carajo!, yo hice a Marcelo, expresa siempre enfadado López Obrador, cada vez que le cuestionan su deslealtad a los partidos de izquierda por su traición al acuerdo que en 2012 tuvo con Ebrard, en el sentido de que éste sería el candidato de las izquierdas en 2018, me confió un cercano colaborador de AMLO, manteniendo en reserva su nombre.
En este azaroso y turbio lance, en el pirateo de votos y voluntades, AMLO respalda con todo tipo de recursos a los diversos grupos y organizaciones sociales del país (con la excepción de los campesinos, que no tienen dinero), principalmente a los sindicatos, que son los que tienen sobrada liquidez entre los que destacan: el Sindicato de la extinta Compañía de Luz y Fuerza, el Sindicato de los Mineros, la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), que son viejos conocidos de López Obrador, agregaríase Universidad de la Ciudad de México que contribuye con cuantiosos recursos.
Ante la muerte de su amigo y principal paraguas financiero, el presidente venezolano Hugo Chávez, AMLO opera para sumar a su causa los votos y el dinero del Sindicato de los maestros SNTE, habida cuenta de la caída de su lideresa. Apoderarse del SNTE a trasmano, es un reto a la estatura del tabasqueño.
Integrar a los dos Sindicatos de Maestros (SNTE y CNTE), con todo y sus abultadas chequeras, con poco más de dos millones de votos, bajo un solo liderazgo, el de MORENA, es el sueño de AMLO: con eso tengo para ganar la presidencia, es la zorruna expresión de López Obrador ante sus cercanos.
En este proceso AMLO, el dictador perpetuo (Jesús Ortega dixit) trabaja como siempre en la penumbra y también, a trasmano, apoya, empuja y azuza a los maestros inconformes tanto del SNTE como de la CNTE, para que se manifiesten en las calles en todo el país, en contra de las reformas del gobierno federal: difama, grita, patalea, pega y desestabiliza, que algo queda, es la consigna.
¿De qué sirve la Reforma Educativa y tener encarcelada a la maestra Elba Ester Gordillo por robarse las cuotas sindicales de los maestros, si ambas organizaciones sindicales de los maestros entran al entorno y redes de desmanes, opacidad, impunidad y corrupción soterrada de AMLO, MORENA y el maestro Martí Batres Guadarrama?
Pobre educación, pobres escuelas, pobres maestros, pobres alumnos, pobres padres de familia ¡Pobre México!
Yury Narro Benitez
Corresponsal
21 de marzo de 2013
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