MEXICO, D.F., a 1
de septiembre del 2013
Un Estado que no es
capaz de garantizar la seguridad de sus ciudadanos y mantener la convivencia
cordial entre ellos, es un Estado que ha perdido su principal razón de existir.
El gobierno federal
sabe que su fundamento es mantener la paz social. Hoy en día, la seguridad
pública es la principal demanda de los mexicanos y anhelo de aquellos
extranjeros que desean visitar a nuestro país.
La estrategia del
nuevo gobierno mexicano ha sido clara y contundente enfocándose a combatir el
fenómeno delictivo con una visión integral, que sitúa a la persona y el respeto
de sus derechos, en el centro de los esfuerzos públicos.
La nueva estrategia
del presidente Enrique Peña Nieto contra el crimen organizado tiene un fuerte
enfoque de desarrollo social tendiente a la reconstrucción del tejido social
por medio de la
Cruzada Nacional Contra el Hambre y la creación del Programa
Nacional para la Prevención
del Social de la Violencia
y la Delincuencia ,
buscando atender las causas económicas, sociales y culturales que propician la
actividad delictiva.
Coincido en que una
estrategia de combate al delito debe hacer énfasis en una justicia penal eficaz
para que los delincuentes tengan claro que el que comete un delito termina
pagándolo y reparando el daño a la víctima del delito. Uno de los principales
problemas en nuestro país ha sido la impunidad de los delitos que se cometen en
México sólo el 5% se denuncian y menos de la mitad tienen una resolución
enfocada a resarcir el daño.
Sin duda, la
profesionalización y fortalecimiento de los cuerpos de policía es primordial
para mantener el orden en las calles y crear el sentimiento de protección
cercana al ciudadano, de ahí la concepción de la Gendarmería Nacional ,
como una nueva decisión de la policía federal, a partir de la integración de
elementos civiles con formación militar y policial.
Otro aspecto
importante es nuestro sistema penitenciario, el cual debe ser eficiente. Las
cárceles deben estar diseñadas con niveles adecuados de seguridad y salubridad,
con una distinción operativa entre la prisión preventiva, la prisión durante el
proceso y la prisión del sentenciado y, en esta última, separar de manera
lógica a los delincuentes peligrosos como los homicidas y secuestradores, de
los delincuentes de delitos menores y los de cuello blanco.
En repetidas
ocasiones hemos mencionado que el éxito de las acciones gubernamentales depende
en gran medida de la participación y compromiso de los ciudadanos. Este tema de
la prevención de seguridad pública no es la excepción, por eso hay que promover
y participar la denuncia ciudadana, la creación de los comités vecinales y las
labores de servicio social y reconstrucción del tejido comunitario. Además, los
ciudadanos deben participar más activamente en la evaluación y seguimiento de
las acciones y esfuerzos del gobierno.
Últimamente hemos
observado la trascendencia de la cooperación internacional para detener a los
principales delincuentes mexicanos, principalmente con los países de la región
como Estados Unidos y de América Latina. La coordinación y trabajos de
inteligencia conjuntos son la base para lograr más detenciones importantes y
debilitar a los grandes grupos transnacionales de la delincuencia organizada.
Las acciones del
gobierno federal están siendo contundentes y arrojando resultados importantes,
demostrando que vamos en el camino correcto: 62 de los 121 presuntos
delincuentes más buscados ya no son una amenaza para la sociedad, pero más
importante aún es que muchas de estas detenciones se han logrado sin un solo
disparo, lo que nos habla de un importante trabajo de inteligencia. Asimismo,
de diciembre de 2012 a
julio de 2013, se redujeron 20% los homicidios vinculados con delitos federales
respecto del mismo periodo del año anterior.
Los mexicanos
estamos cansados de observar derramamiento de sangre innecesaria, ya no
queremos más crueldad en las calles, por eso resalto el compromiso del
presidente Enrique Peña Nieto de fortalecer y lograr una mejor prevención del
delito.
Por otra parte,
el Poder Judicial está enfocado en el
debido proceso, a fin de poner tras las rejas a todos aquellos delincuentes que
han dañado el tejido social en México y que han dejado heridas a muchas familias en nuestro país,
sobre todo ante las cuestionadas liberaciones de personas ligadas con el
secuestro y el narcotráfico en nuestro país.
Mi compromiso como
Senador de la República
es legislar para tener más elementos legales que logren el restablecimiento de
la paz social y perfeccionar la reparación del daño a las víctimas del delito;
no existe mayor deseo en mí, que ver un país armónico, en sana convivencia
ciudadana y respeto al marco jurídico.
PD. Hoy, 1 de
septiembre a las cinco de la tarde sesionará el Congreso General para la
apertura del Primer Periodo de Sesiones Ordinarias del Segundo Año de Ejercicio
de la LXII
Legislatura. Asimismo, este domingo se recibe el primer Informe de Gobierno del Presidente
Enrique Peña Nieto, al que haremos la
Glosa correspondiente.
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