Así como hace cuatro años, el entonces senador Barack Obama, en la campaña presidencial estadounidense tomó la delantera en las redes sociales y gracias a ello logró ganar la elección, el candidato tricolor presidenciable Enrique Peña Nieto, tuvo la visión para perfilar su triunfo conectándose digitalmente con los votantes jóvenes, el grupo más propenso a comunicarse en esta modalidad.
Transmitir sus propuestas por esta vía favoreció considerablemente a Peña Nieto, dando cabida al mayor margen de victoria registrado en las últimas elecciones presidenciales.
El exitoso equipo de medios digitales de Peña Nieto, acaparando las redes sociales, comunicó oportunamente en línea, con una presencia mucho muy activa, más contenido que los contendientes de los otros partidos.
Un manejo más directo, convincente y deliberativo de las redes sociales pudieron modificar y contrarrestar la ola creciente de descontento que se expresó en los nuevos medios convergentes a raíz de la constitución del movimiento universitario #YoSoy132, visualizado, impulsado, enfilado y orientado por el hoy senador de la República Manuel Camacho Solís (PRD) y los operadores de AMLO.
Pero más allá de las propuestas del movimiento #YoSoy132 y del feliz resultado de la oportuna estrategia de comunicación digital de Peña Nieto, los jóvenes ocupan un lugar preponderante en la agenda del que será su gobierno, en diversas materias, tales como: participación ciudadana, impulso al empleo, combate a la inseguridad y elevar el nivel educativo de los mexicanos, para alcanzar mejores niveles de seguridad, progreso y bienestar.
Veamos algunos temas de interés:
ü Actualización y modificación a la legislación laboral, educativa, de participación ciudadana y demás correlativas, que permitan:
ü Atender las demandas de los jóvenes, por región, entidad y municipio.
ü Participación activa de los jóvenes en el diseño de programas gubernamentales inherentes a ellos, en los diferentes niveles de gobierno.
ü Fuerte impulso a programas de desarrollo de ciencia y tecnología.
ü Trascender las tradicionales ferias y bolsas de trabajo, con limitadas y modestas ofertas de empleo.
ü Órganos y entidades de participación ciudadana para los jóvenes.
ü Espacios, becas y novedosas opciones para estudiar preparatoria, bachillerato, carreras técnicas y universitarias.
ü Mecanismos digitales que propicien y aprovechen la participación ciudadana, en el contexto de un gobierno digital.
ü Facilitar el acceso al servicio de computación e internet.
ü Programas de apoyos, reconocimientos, estímulos y recompensas a los jóvenes.
ü Modificación en jornadas laborales, que abran oportunidades de empleo a los jóvenes, en todo tipo de empresas, en toda la República.
ü Programas novedosos, sencillos, compatibles y eficaces de empleo directo, en actividades de beneficio a su comunidad.
Ya veremos.
José Sánchez Talavera
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