Especialistas cuestionan
varios puntos del proyecto migratorio y advierten restricciones que podrían
dejar a miles fuera del proceso; no hay que aceptar migajas, señalan. La visita
de Obama a México se dará mientras en su país hay un intenso debate por el tema
Una vez
presentado el proyecto de ley para una reforma migratoria en Estados Unidos, distintas voces
involucradas con el tema se han levantado para que “ahora sí” haya una
aprobación y no se quede en el aire.
Pero “no es
hora de migajas”, aseguró la abogadaDoralina Skidmore,
es momento —dijo— de tener todo el pan completo para aquellos inmigrantes
irregulares que por años han esperado una oportunidad, y por fin la puedan
tener.
Skidmore es una abogada que se dedica a
llevar asuntos migratorios, en Tucson, Arizona, una de las regiones más duras
para quienes permanecen en Estados Unidos sin documentos legales.
En entrevista con EL UNIVERSAL,
la litigante advirtió que aún no se puede cantar victoria sobre una reforma
migratoria, pues en realidad todavía no hay nada.
“Aún no hay nada, esa es la cruel
realidad. No hay nada concreto. Mucha gente quiere saber si ya puede
enlistarse, la cruel realidad es que no hay nada todavía, estamos con los
senadores y cientos de páginas. Todavía se espera la propuesta de la Cámara de Representantes y
que al final haya algo en común y aprobado para que el presidente (Barack
Obama) lo firme.
“Claro que todos estamos esperando con
los brazos abiertos pero no a ciegas, porque cualquier reforma migratoria viene
con un precio, desafortunadamente”, comentó.
Recientemente el grupo bipartidista de
8 senadores estadounidenses presentaron el documento identificado como S744
Proyecto de Ley 2013 para la Seguridad Fronteriza , Oportunidad Económica y
Modernización Migratoria, que abre la esperanza a millones de indocumentados en
la Unión Americana
para regularizar su estancia en aquél país.
El proyecto, sin embargo, condiciona a
un reforzamiento de la seguridad fronteriza, la opción de naturalizar a unos 11
millones de inmigrantes ilegales de todas las nacionalidades. Propone, además,
que los jóvenes menores de 30 años y los extranjeros dedicados a las labores
agrícolas, legalicen su estatus sin esperar a la certificación de la seguridad
fronteriza, por lo que podrían obtener su residencia legal en unos 5 años.
Refiere, además, que se dará un permiso
de trabajo con derecho a salir de Estados Unidos, después de 10 años se
otorgará la residencia permanente y se podrá solicitar la ciudadanía; en total
serían 13 años para llegar a la ciudadanía. Se prevén unos 2 mil dólares en
gastos para el trámite; para hacer ser aspirante a legalización debió llegar a la Unión Americana
antes de 2012, haber pagado impuestos y no tener antecedentes penales.
Skidmore subrayó que toda reforma debe
tomar en cuenta cómo se va a afectar a la gente, no sólo a beneficiar y
sobretodo tomar en cuenta a la sociedad que vive en la frontera.
“No queremos una militarización, no
queremos que digan: ‘ah bueno, vamos a legalizar pero vamos a ser más muros,
vamos a traer más gente de la Patrulla Fronteriza , porque nuestra vida ahorita
ya es difícil”, comentó.
De bajos recursos
Otro de los puntos que puso en cuestión
es que un alto número de personas que esperan la reforma migratoria son de
bajos recursos, no con facilidad tienen acceso a la justicia ni a los servicios
legales, por falta de estudios y porque no comprenden cómo funciona: “Si va a
haber reforma tiene que tomar en cuenta esto”.
La abogada hizo un llamado a los
inmigrantes irregulares, en particular a la comunidad mexicana, para levantar
la voz y pelear por el respeto a los derechos humanos.
“Se tiene que hacer algo porque si no
arrollan con uno, entonces sí es fácil decirlo pero uno no sabe lo que es la
alternativa, porque en política se piden 10 cosas y se recibe una, no es hora
de migajas, es hora del pan completo”, aseveró.
Por su
parte, Anna Ochoa O’Leary,
profesora del Departamento de Estudios México-Americanos de la Universidad de
Arizona, consideró que la reforma migratoria debe tomar en cuenta la unidad de
las familias, toda vez que en la actualidad existe un estatus mixto de éstas;
es decir, los padres nacieron en México y son ilegales, los hijos ya son
estadounidenses y tienen derechos.
“Si hubiera un paso en donde cuando
menos un buen porcentaje de esa población que vive entre las sombras pueda
tener ya documentos legales, va a ser muy importante para ellos, porque lo que
quieren es dejar de esconderse”, comentó en entrevista la experta.
La profesora además destacó que en la Unión Americana
son precisamente los inmigrantes ilegales quienes más benefician a la economía
y la sostienen.
El Movimiento por Una Reforma
Migratoria Justa (FIRM,
por sus siglas en inglés) emitió un comunicado en el que expresó que el
proyecto de reforma migratoria es un punto de partida.
Sin embargo, cuestionó la fecha límite
para elegibilidad, así como otras restricciones “injustas” que podrían dejar a
cientos de miles de familias fuera del proceso.
“Que el proceso para la ciudadanía tome
13 años es injusto; se tiene que reducir sustancialmente”, indicó el comunicado
de la organización.
Alertan por posibles fraudes
Por lo pronto, organizaciones de
mexicanos en Estados Unidos, así como los consulados de nuestro país, realizan
ya una campaña para alertar a los connacionales sobre cualquier posible fraude
del que pudieran ser víctimas.
Y es que desde que el proyecto de
reforma migratoria comenzó a trabajarse, se dieron casos de gente que comenzó a
hacer listas de espera y a cobrar por ello.
A través de medios de comunicación
electrónicos, principalmente, y directamente en los consulados, las autoridades
mexicanas informan que por el momento no hay nada aún sobre reforma migratoria,
por lo cual aún no se lleva a cabo ningún proceso de regularización.
Sin embargo, las autoridades mexicanas
sí alertan a los connacionales a que tengan listos sus documentos de identidad,
entre otros, al corriente, porque si la reforma se vuelve realidad, les serán
entonces de mucha utilidad.
La Organización Nayusa (Nayarit-Estados Unidos) comenzó a
difundir, a través de las redes sociales, una alerta sobre “vivales” que ya
cobran por preparar y tener listos los documentos que se requerirían para una
regularización.
“Es mentira, porque todavía no tenemos
ley de migración y mucho menos se sabe cuáles documentos van a pedir”, señaló
la organización en el comunicado.
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