* Debe cumplir un papel de mediación previo a conflictos, fortalecerse como institución y construir una cultura de los derechos humanos
México, D, F., a 30 de octubre de 2013
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) debe pasar a una siguiente etapa y ser mucho más proactiva; es decir, tener una posición mediadora, conciliadora, salir a las calles, hablar con las partes, además de preparar cuerpos especiales de mediación y actuación en momentos de contingencia.
De esta forma mira Rosy Laura Castellanos Mariano, una de las seis mujeres candidatas a la Presidencia del organismo para el siguiente periodo, el futuro de la Comisión: “Convertirse en un actor en la coyuntura, no necesariamente estar a la espera pasiva de que pasen los acontecimientos y después dar sus recomendaciones. Además de dar recomendaciones debe emprender una serie de acciones que puedan resolver problemas”.
Feminista, de ascendencia indígena, con una amplia experiencia en el terreno internacional en la resolución de conflictos en campo —a donde fue enviada por las Naciones Unidas a Centro y Sudamérica—, para Castellanos Mariano lo mejor que le puede pasar a la CDHDF en estos momentos es que se fortalezca a la par de dar continuidad a lo que ya está bien cimentado.
Y pone como ejemplo las marchas y la libertad de expresión, temas coyunturales en estos días en el Distrito Federal: “El papel de la Comisión tendría que ser de mediación, de diálogo, dejar claro que como hay mecanismos de respeto a las manifestaciones públicas, también hay derechos que no son absolutos, hay derechos que hay que debatir y eso le toca a las legisladoras y los legisladores, pero la Comisión puede ayudar en la fundamentación de estándares internacionales”.
Agregó que “entonces ahí la Comisión entra como una posición realmente de conocimiento, de mediación antes que de recomendación; las recomendaciones son muy importantes, pero tiene que haber un canal en el que se discuta previamente, que se hagan acciones previas de la Comisión para llegar a un entendimiento”.
La propuesta de Rosy Laura Castellanos Mariano para dirigir la CDHDF está trazada en seguridad y democracia; grupos en condiciones vulneradas; vida digna; cultura en Derechos Humanos y política pública con enfoque de derechos humanos.
Cada uno de esos ámbitos están encaminados a la especialización en la resolución de conflictos; el fortalecimiento del trabajo interinstitucional; la participación de la sociedad civil y nuevos liderazgos en materia de derechos humanos; el reconocimiento y vinculación de grupos en condiciones vulneradas.
Se priorizará la atención y acompañamiento de personas que se encuentran en situaciones críticas relacionadas con violaciones a derechos humanos; el establecimiento de circuitos de movilidad y atención focalizada de acuerdo al contexto y tipo de derechos situados culturalmente.
La CDHDF debe encaminarse hacia la progresividad y ponderación de derechos; revisar interinstitucionalmente medidas preventivas, escenarios de organización y movilidad, trabajo, transporte. Acompañar a las personas servidoras públicas en el diseño de la política pública con enfoque de derechos humanos, género y trato igualitario.
Castellanos Mariano, quien mañana se presentará en audiencia ante los diputados de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa para que conozcan sus propuestas, plantea fortalecer una cultura en Derechos Humanos que recupere las muchas maneras de vivir la ciudadanía; la igualdad y la no discriminación en el DF; educación en derechos humanos de acuerdo a los contextos, los circuitos de participación ciudadana y las redes sociales.
Considera relevante visibilizar los avances del DF, el intercambio de experiencias paradigmáticas en México y en América Latina; desarrollar investigaciones y propuestas novedosas desde una perspectiva crítica feminista latinoamericana, establecer una política de comunicación integral donde participen todas las instancias del gobierno del DF para difundir aquellos derechos a ponderar.
La promoción de una política pública con enfoque de derechos humanos es central en la capital del país. Ello puede lograrse a partir de revisar el Programa de Derechos Humanos del Distrito Federal y sus resultados; automatizar los procesos de formulación de políticas públicas; reconocer las mejores prácticas paradigmáticas en la administración pública, hacerlas visibles e impulsar procesos de certificación en alta gerencia en derechos humanos.
De esta forma mira Rosy Laura Castellanos Mariano, una de las seis mujeres candidatas a la Presidencia del organismo para el siguiente periodo, el futuro de la Comisión: “Convertirse en un actor en la coyuntura, no necesariamente estar a la espera pasiva de que pasen los acontecimientos y después dar sus recomendaciones. Además de dar recomendaciones debe emprender una serie de acciones que puedan resolver problemas”.
Feminista, de ascendencia indígena, con una amplia experiencia en el terreno internacional en la resolución de conflictos en campo —a donde fue enviada por las Naciones Unidas a Centro y Sudamérica—, para Castellanos Mariano lo mejor que le puede pasar a la CDHDF en estos momentos es que se fortalezca a la par de dar continuidad a lo que ya está bien cimentado.
Y pone como ejemplo las marchas y la libertad de expresión, temas coyunturales en estos días en el Distrito Federal: “El papel de la Comisión tendría que ser de mediación, de diálogo, dejar claro que como hay mecanismos de respeto a las manifestaciones públicas, también hay derechos que no son absolutos, hay derechos que hay que debatir y eso le toca a las legisladoras y los legisladores, pero la Comisión puede ayudar en la fundamentación de estándares internacionales”.
Agregó que “entonces ahí la Comisión entra como una posición realmente de conocimiento, de mediación antes que de recomendación; las recomendaciones son muy importantes, pero tiene que haber un canal en el que se discuta previamente, que se hagan acciones previas de la Comisión para llegar a un entendimiento”.
La propuesta de Rosy Laura Castellanos Mariano para dirigir la CDHDF está trazada en seguridad y democracia; grupos en condiciones vulneradas; vida digna; cultura en Derechos Humanos y política pública con enfoque de derechos humanos.
Cada uno de esos ámbitos están encaminados a la especialización en la resolución de conflictos; el fortalecimiento del trabajo interinstitucional; la participación de la sociedad civil y nuevos liderazgos en materia de derechos humanos; el reconocimiento y vinculación de grupos en condiciones vulneradas.
Se priorizará la atención y acompañamiento de personas que se encuentran en situaciones críticas relacionadas con violaciones a derechos humanos; el establecimiento de circuitos de movilidad y atención focalizada de acuerdo al contexto y tipo de derechos situados culturalmente.
La CDHDF debe encaminarse hacia la progresividad y ponderación de derechos; revisar interinstitucionalmente medidas preventivas, escenarios de organización y movilidad, trabajo, transporte. Acompañar a las personas servidoras públicas en el diseño de la política pública con enfoque de derechos humanos, género y trato igualitario.
Castellanos Mariano, quien mañana se presentará en audiencia ante los diputados de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa para que conozcan sus propuestas, plantea fortalecer una cultura en Derechos Humanos que recupere las muchas maneras de vivir la ciudadanía; la igualdad y la no discriminación en el DF; educación en derechos humanos de acuerdo a los contextos, los circuitos de participación ciudadana y las redes sociales.
Considera relevante visibilizar los avances del DF, el intercambio de experiencias paradigmáticas en México y en América Latina; desarrollar investigaciones y propuestas novedosas desde una perspectiva crítica feminista latinoamericana, establecer una política de comunicación integral donde participen todas las instancias del gobierno del DF para difundir aquellos derechos a ponderar.
La promoción de una política pública con enfoque de derechos humanos es central en la capital del país. Ello puede lograrse a partir de revisar el Programa de Derechos Humanos del Distrito Federal y sus resultados; automatizar los procesos de formulación de políticas públicas; reconocer las mejores prácticas paradigmáticas en la administración pública, hacerlas visibles e impulsar procesos de certificación en alta gerencia en derechos humanos.
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