Xalapa,
Ver., a 02 de agosto 2012 Comunicado
No.4296 - 12
·
El paciente Alejandro Bazán Silva, de 42 años
de edad, evoluciona satisfactoriamente, ya ha recobrado la movilidad parcial
del brazo
En lo
que es la primera intervención quirúrgica para injerto de brazo que se realiza
en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 24 de Poza Rica, cirujanos del Instituto
Mexicano del Seguro Social en la delegación Veracruz Norte, utilizando técnicas
de microcirugía e injertos del propio paciente logran reimplantar la extremidad
con éxito.
El
cirujano a cargo del implante, Jesús Saucedo Valencia informó que por el
momento el paciente Alejandro Bazán Silva evoluciona satisfactoriamente, ya ha
recobrado la movilidad parcial del brazo, aunque todavía está bajo supervisión
constante, con el fin de estar al pendiente de su evolución y detectar cualquier posible riesgo.
La undécima
cirugía efectuada a Alejandro se verificó el pasado 20 de abril, con la
participación multidisciplinaria de varios profesionales de ese nosocomio, duró 11 horas, tiempo en el cual se consiguió pegar el hueso con material
de síntesis y reconstruir el codo. Luego
vino la rehabilitación hasta que se recuperó gradualmente el movimiento
del brazo.
El
paciente de 42 años de edad sufrió un accidente automovilístico en el cual su
brazo resultó casi cercenado, con pérdida ósea severa, por lo que para reimplantarlo y lograr la movilidad de
la extremidad, le tuvieron que practicar hasta 10 operaciones quirúrgicas antes
de la antes mencionada.
Durante
la décima operación se efectuó la inserción de músculos, cápsulas y técnicas de
micro cirugía. Las operaciones anteriores fueron para evitar que las heridas se
infectaran, tratando de conservar el tejido viable.
El
doctor Saucedo Valencia mencionó que en conjunto con el médico Romualdo Cruz
Cerecedo, realizaron esta operación histórica, sin precedente en esa zona.
Recordó que el brazo del paciente estaba en
dos partes, partido el codo izquierdo.
Fue necesario reconstruir los tejidos, limpiar el
hueso, colocar un fijador externo por cuatro semanas y restablecer la función
ligamentaria.
Además, sometieron al paciente a un tratamiento
para la circulación sanguínea, le implantaron facia del tendón del muslo, entre
otros trabajos minuciosos para evitar la amputación del miembro.
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