Me da muchísimo gusto volver a estas tierras, ya tenía algunos añitos que pasé por aquí, por carretera, en El Hijo Desobediente, veníamos acordándonos. Y venía yo desde Tapachula, venía, me acuerdo, esa vez, había dormido en Arriaga.
Me reuní con algunos de ustedes casi al pie de la carretera, precisamente, en San Pedro Tapanatepec y todavía fuimos hasta La Ventosa, precisamente.
Llegamos a aquel lugar donde estaban cuatro generadores de CFE, chiquititos, cada uno de un cuarto de megawatts, experimentales. Y, entonces, dije que si yo era Presidente de la República íbamos a reconstruir la carretera, porque estaba un poco deteriorada, era ya insuficiente para las necesidades de la comunidad, e íbamos a lanzar, precisamente, en el Istmo de Tehuantepec, en La Ventosa, el mayor desarrollo de energía eólica de toda América Latina.
Y, efectivamente, amigas y amigos, hoy me da mucho gusto estar aquí, para cumplirle a Oaxaca y a los oaxaqueños las promesas que hice aquel día del año, probablemente, finales de 2005.
Y, por eso, me da mucho gusto estar aquí, para inaugurar este tramo carretero, moderno, eficiente, bonito, seguro, de Arriaga a, precisamente, La Ventosa, y que une al Estado de Chiapas y al Estado de Oaxaca, quizá, más que nunca.
Ésta es una obra que genera empleos en su construcción, pero que, además, genera, también, bienestar para la gente y podrá agilizar el comercio, podrá agilizar el intercambio, le facilitará a los muchachos ir a estudiar a otra parte, regresar más frecuentemente a casa.
Permitirá, también, reducir los riesgos de las carreteras, porque tiene pasos a desnivel, entronques que ayudan a liberar el tráfico de las localidades vecinas a la carretera misma, le da más seguridad a quienes la transitan, le da más velocidad a quienes la transitan, porque, como ustedes observan, las carreteras antes eran de siete metros de ancho, más o menos, todavía menos de lo que había entre las dos líneas blancas en lo que estamos.
Y en cambio ésta ya es de 12 metros de ancho, lo cual permite tener un acotamiento muy amplio donde cabe perfectamente un vehículo. Yo decía que en las carreteras antes estaba prohibido que se descompusiera el coche o se ponchara una llanta, porque no había dónde detenerse.
Ahora, hay acotamiento de los dos lados, más espacio suficiente, aunque son dos carriles aparentes, hay espacio donde pueden caber, prácticamente, tres coches, es decir, hay lugar adecuado para hacer rebases y la carretera se hace considerablemente mucho más segura.
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