* La chatarrización del transporte también es responsabilidad de los gobiernos del DF por mantener castigada la tarifa. “¿A quién no le gusta estrenar? Ya lo hicimos en los años 90”
México, D. F., a 26 de noviembre de 2012
Luego de recordar cómo los concesionarios del transporte público de pasajeros siempre han resuelto los problemas de transportación de la ciudad frente a las malas decisiones de los distintos gobiernos, la agrupación Transportistas Unidos del Distrito Federal (TUDF) dio a conocer una tabla comparativa del incremento de 84%, 51%, 160% y 133% a sus principales insumos para prestar el servicio, entre 2008 cuando les dieron el último ajuste tarifario y el día de hoy.
“Es injusto se nos exija cambiar el parque vehicular, constituirnos en empresas, con todos los costos que ello implica, principalmente los fiscales y las obligaciones de seguridad social, con una tarifa tan castigada como la nuestra”, destacó el vocero en la conferencia de prensa realizada esta mañana, Fracnisco Carrasco, quien a nombre de sus compañeros exige un incremento urgente de 2 pesos para poder continuar la renovación del transporte en la ciudad.
En cambio, destacó el también representante de el Bloque de Agrupaciones de Transportists, “con todo lo que se diga de nosotros, ya cambiamos una vez de los taxis o peseros a microbuses. Voluntad la mostramos hace 20 años y también hoy. Muchos compañeros participamos en corredores y otros aún sin corredor, cambiamos la flota vehicular, pero lo que no cambia es la actitud y voluntad del gobierno”.
De 2008 a la fecha, de acuerdo con el estudio más reciente, el incremento en el precio del diesel fue de 84.63 por ciento. Costaba 5.93 pesos y hoy se compra en 10.99, con un alza de 5.06 pesos. En el caso de la gasolina Magna, estaba en 7.01 pesos y hoy cuesta 10.63 para un incremento de 3.62 pesos y 51.20 en términos porcentuales.
Más grave es el incremento de las llantas. Tenían un valor de 750 pesos en 2008 y hoy llegan hasta los mil 950 pesos. El aumento es de mil 200 pesos o 160 por ciento. El aceite está más o menos en la misma situación. De 30 subió a 70 pesos el litro. Es decir, es 40 pesos más caro y el aumento fue de 133 por ciento.
Finalmente, los precios del propio Gobierno también se incrementaron. La licencia tarjetón por dos años se incrementó 399 pesos y la de tres años en 307 pesos, para porcentajes de 32.41 y 37.41 por ciento.
Carrasco reiteró la su voluntad para cambiar por parte de los transportistas a principios de los años 90. “¿A quién no le gusta estrenar? De lo que carecemos es de condiciones económico-financieras para hacerlo”.
Aquellas unidades, recordó, “no sólo se volvieron viejas, sino que les faltó mantenimiento y su carencia derivó, algunas ocasiones, en accidentes, debido a la privación de una tarifa justa que permitiera realizar gastos de mantenimiento y de inversión en unidades nuevas”.
Es más, mientras el Gobierno del Distrito Federal subsidia el costo del transporte en el Metro, el Sistema de Transporte Eléctrico (trolebuses, tren férreo y tren ligero), la Red de Transporte de Pasajeros y hoy el Metrobús, “nosotros, quienes todos los días nos sentamos frente al volante, subsidiamos al 80 por ciento de los viajes que se realizan en transporte dentro de la ciudad”.
“Por todas estas razones, exigimos una tarifa emergente de dos pesos para poder tener un transporte como lo requiere la ciudad. Un transporte de primera, un transporte bueno, un transporte bonito, pero también un transporte con una tarifa justa”, finalizaron.
Los transportistas recordaron que uno de los muchos regentes de la ciudad acabó con el llamado “pulpo camionero” y estatizó el transporte. Primero llegaron los autobuses llamados “Delfines”, luego las “Ballenas” y más tarde, los “Ruta 100”, empresa desaparecida en 1995. El transporte del Estado, quedó comprobado, ni es el mejor, mucho menos el más barato y se convierte en una pesada carga financiera por los enormes subsidios recibidos. A pesar de ello, hace poco más de 12 años volvieron a lo mismo con la Red de Transporte de Pasajeros (RTP).
Volvamos a aquellos años cuando dieron muerte al llamado “pulpo camionero”. Sus alternativas no se daban abasto, dijeron. “El gobierno estaba en dicho trance y los ciudadanos sufrían por la carencia de transporte. En las principales vialidades de la ciudad, los ciudadanos peleaban para subirse a un autobús”, aseguró Francisco Carrasco.
Entonces, agregó, “quienes éramos taxistas, comenzamos a hacerlos colectivos, marcamos rutas a peso el viaje, convirtiéndonos para los ciudadanos de entonces en la solución que el gobierno no ofrecía. Ahí se quedó el mote de peseros. Luego algunos compañeros utilizaron las combis y de esa forma se dio el servicio durante algunos años. Autos y combis circularon por la ciudad en gran número”.
Recordaron también que al iniciar el gobierno de Carlos Salinas, hubo pláticas con el gobierno, que en ese entonces quería microbuses bajitos donde toda la gente fuera sentada, al estilo de las combis. Nadie parado. Sin embargo, “también, se les solicitó un aumento en la tarifa y Manuel Camacho Solís y su equipo, del que formaba parte Marcelo Ebrard, prefirieron microbuses altos para transportar personas paradas, en lugar de ajustar desde entonces el precio del viaje”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario