El Pacto por México que
negocian PRI, PAN y PRD compromete a los partidos políticos a apoyar la
aprobación de al menos 68 reformas que serán presentadas ante el Congreso de la Unión en lo que resta de la
62 Legislatura
El Pacto por México que negocian PRI, PAN y PRD compromete a los partidos
a apoyar la aprobación de al menos 68 reformas, entre las que destacan cambios
para permitir la participación privada en Pemex; combatir los monopolios;
licitar más cadenas nacionales de televisión abierta; considerar al rebase de
tope de gastos de campaña como causal de nulidad de una elección, y adelantar
la toma de protesta del presidente de la República del 1 de diciembre al 15 de septiembre.
Según el
borrador de ese acuerdo —cuya copia tiene EL UNIVERSAL—, las propuestas que se presentarán ante el Congreso en lo
que resta del periodo de sesiones son: modificaciones legales para consolidar
el Sistema Nacional de Evaluación Educativa; para fortalecer la educación
inicial de los maestros, y crear escuelas de tiempo completo.
Este año también se
presentaría una propuesta para expedir la ley nacional de responsabilidad
hacendaria y deuda pública para las entidades federativas y municipios, que
permita controlar los niveles de endeudamiento.
De aprobarse el pacto, el
resto de las reformas se presentarían, en su mayoría, a lo largo del próximo
año.
En materia de combate a
los monopolios, el documento plantea fortalecer a la Comisión Federal
de Competencia (CFC); crear tribunales especializados en materia de competencia
económica, y otorgar más concesiones de televisión abierta en el país.
Gran parte
de las reformas que avalarían PRI, PAN y PRD están basadas en los compromisos
de campaña asumidos por el presidente electo, Enrique Peña Nieto.
El borrador del “Pacto
por México” incluye
además un cronograma con tiempos para la implantación de los compromisos
suscritos.
En el apartado denominado “visión”,
los partidos reconocen que las reformas que requiere el país no saldrán
adelante sin un acuerdo “ampliamente mayoritario”.
“Las diferencias
políticas y la legítima aspiración de acceder al ejercicio del poder mediante
el voto, no debe impedir que las diversas fuerzas políticas logren acuerdos que
coloquen los intereses de los ciudadanos por encima de cualquier interés partidario”, puntualizan los dirigentes de los partidos, quienes han
tenido reuniones de trabajo desde hace cuatro semanas con integrantes del
equipo de transición del presidente electo, Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con el
borrador, la suscripción del pacto no elimina las diferencias ni la competencia
política.
De
aprobarse su suscripción, el acuerdo contemplará cinco ejes: sociedad y derechos; crecimiento económico,empleo y competitividad; seguridad y justicia; transparencia, rendición de cuentas y combate
a la corrupción, y gobernabilidad democrática.
El pacto
contempla la creación de un consejo rector integrado por tres representantes
designados por el presidente electo; tres designados por el presidente del PAN, Gustavo Madero; tres por el líder del
PRI, Pedro Joaquín Coldwell, y tres más nombrados por el líder del PRD, Jesús Zambrano.
La rebelión
El “Pacto
por México” era
originalmente negociado por los priístas Luis Videgaray y Miguel Osorio Chong,
coordinadores del equipo de transición de Peña Nieto; por el presidente del
PAN, Gustavo Madero, y el ex senador Santiago Creel; así como el presidente del PRD Jesús Zambrano y Jesús Ortega, líder de la corriente
Nueva Izquierda.
El líder priísta se
incorporó recientemente a las negociaciones del acuerdo.
La negociación provocó
una rebelión en las bancadas parlamentarias del PAN y en las corrientes del
PRD.
Luego de reunirse con los
senadores de su partido, el líder blanquiazul, Gustavo Madero, rechazó
cualquier intento de rebelión en su bancada y aclaró: “Vamos muy bien, vamos muy contentos. El acuerdo se mantiene y con
todo... con todo y a todo vapor”.
Pedro Joaquín Coldwell
aseguró que la mesa de diálogo para lograr un gran acuerdo político está
abierta a la participación de movimientos y liderazgos de la sociedad civil. Si
Andrés Manuel López Obrador tiene algo que aportar “es bienvenido”.
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