Además madriguera de “aviadores”
Por Luis González Romero
Xalapa, Ver.- La Secretaría de Servicios de Salud del Estado de
Veracruz (SESVER) es un sinónimo de burocratismo, negligencia y de
“valemadrismo”, cuyos funcionarios solo están interesados en quedar bien con el
titular de la dependencia, Pablo Anaya Rivera y arrastrarse como lo que son
para continuar en la nómina, del departamento de “aviadores”, en su mayoría
procedentes de Poza Rica, otros de Xalapa y del puerto de Veracruz.
Entre ellos destacan el licenciado Sosa, que cobra como
funcionario pero todo el tiempo anda en Poza Rica; Enrique Lira, que se ocupa
de todo, menos de atender a las personas que acuden a esa dependencia en busca
de solución a sus problemas de salud y que decir de Arturo Chrisfield (el fiel
compadre) que cerca del Teatro del Estado abrió el restaurante “Yoli”,
establecimiento que cuenta con la clientela cautiva de la misma secretaría, ya
que todos tienen el compromiso de alimentarse en ese lugar, todo para favorecer
al compadre.
Lo anterior solo como muestra de lo que sucede en esa
dependencia del gobierno estatal, en donde la nómina se engordó desde que llego
Pablo Anaya, ya que éste acomodó a sus “leales “ seguidores, mismos que no
hacen nada como empleados; en tanto que la gente da vueltas y más vueltas en
busca de ayuda e incluso los directores de los hospitales y centros de salud se
quejan de las carencias que tienen esas instituciones, en donde carecen hasta
de material para primeros auxilios y los familiares de los pacientes tienen que
comprar los medicamentos prescritos por los médicos mal pagados.
“Venga mañana” le dijeron a la señora Virginia de los Santos
Pedro, procedente de Tlachichilco, (como si ese municipio estuviera a la vuelta
de la esquina) quien acudió al hospital de cancerología, según el más moderno
del país; pero con una pésima atención y plagado de burocratismo, por los
médicos y enfermeras que entran y salen, haciendo que trabajan; pero no atiende
a la gente.
En cuanto al tema de los “aviadores” que aterrizan en los
cajeros automáticos cada quincena, lo han difundido otros periodistas, como
Luis Velazquez del puerto de Veracruz, quien cuenta con amplia información
sobre el caso; sobre todo que ahí está la fuga de los recursos que bien pudieran
ocuparse para surtir las farmacias de los hospitales, cuando menos de los
medicamentos del cuadro básico.
A nivel estado existen miles de carencias, sobre todo en las
comunidades rurales, en donde se han construyeron centros de salud en
administraciones pasadas, los cuales permanecen cerrados porque no hay médicos
ni enfermeras y solamente los abren cuando se realizan las semanas de
vacunación, porque es el punto al que llegan las enfermeras para aplicar las
vacunas; pero en el resto de año, los habitantes de esas comunidades no cuentan
con asistencia y cuando alguna persona se enferma tienen que trasladarla hasta
un hospital, en donde empieza la otra parte de su viacrucis, el burocratismo,
la irresponsabilidad, la negligencia y además de que tienen que llevar dinero
para que en caso de ser atendidos, comprar las medicinas.
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