Xalapa,
Ver., a 27 de septiembre 2012
Comunicado No.5412-12
La hepatitis C es una infección vírica del hígado que no presenta síntomas en sus primera etapa, dio a conocer el médico de la Coordinación de Prevención y Atención a la Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social, José Luis Barradas Velásquez.
“Este padecimiento es treinta veces más contagioso que el virus de
inmunodeficiencia humana (VIH), según estudios recientes del IMSS. Además,
constituye la causa más frecuente de cirrosis hepática en el mundo.
El médico dio a conocer que para el contagio es necesario el contacto
con sangre infectada por virus de la hepatitis C y algunas de las maneras en que
se puede dar es a través de tatuajes o perforaciones (“body piercing”), trasfusiones
de sangre o productos derivados de la sangre.
“También se puede contagiar por medio del trasplante de algún órgano, haberse
pinchado con alguna aguja u objeto punzo cortante contaminado con sangre infectada,
haber recibido hemodiálisis, ser un trabajador de la salud que ha estado en contacto
con sangre contaminada y por contacto sexual o de una madre infectada a su bebé,
aunque es menos frecuente”.
Barradas Velásquez explicó que los síntomas generalmente
son muy leves, inclusive en la mayoría de los casos se carecen de ellos. Sin
embargo, algunos pacientes pueden sufrir de: cansancio, malestar general, falta
de apetito, diarrea, fiebre, náusea, dolor muscular y de articulaciones, dolor
de cabeza, oscurecimiento en la orina, excremento de color claro.
“Aunque en la mayoría de los casos no se presentan síntomas, eso no debe
restarle importancia a este padecimiento. La hepatitis C es por lo general una
enfermedad crónica, es decir no se cura sola, y con el paso del tiempo puede
causar problemas tan serios como cirrosis hepática o el cáncer de hígado”
Para
evitar factores de riesgo dijo que se recomienda no compartir con nadie
agujas para inyectarse drogas, siempre
utilizar guantes antes entrar en contacto con sangre de otra persona.
“Se recomienda de igual
manera no usar el cepillo de dientes o la máquina de afeitar de una persona
infectada o cualquier otra cosa que pudiera haber estado en contacto con sangre,
utilizar condón en caso de sostener
relaciones sexuales con más de una persona, no donar sangre o plasma en caso de estar infectado”.
Con respecto al diagnostico, aseveró que es necesario realizar un
examen médico y la historia médica completa, además de algunas pruebas de
laboratorio, como exámenes de sangre, biopsia de hígado.
Por último comentó que es necesario consultar a su
médico para conocer el mejor tratamiento posible, el cual se basará en algunas
características específicas, tales como la edad, estado general de salud,
historia médica, etapa de la enfermedad y tolerancia a ciertos medicamentos.
“Desafortunadamente, no se cuenta con una vacuna que
prevenga esta variación de hepatitis, por lo es muy importante seguir las
recomendaciones para prevenirla y en caso de padecerla, acudir lo antes posible
con su médico. Si no se atiende en etapas tempranas la hepatitis C, podría
provocar falla renal, en cuyo caso sería necesario un trasplante de hígado”,
concluyó.
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