La diarrea al igual que el estreñimiento no es una enfermedad en sí, es un síntoma de un trastorno cuya gravedad depende de la causa que lo origine, puede ser aguda o crónica, declaró el médico de la coordinación de Prevención y Atención a la Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte, José Luis Barradas Velásquez.
Expuso
que la aguda es de aparición repentina, suele
durar uno o dos días, lo mismo con tratamiento que sin él. La crónica puede
prolongarse durante bastante tiempo, suele ser resultado de muchos factores y a
veces es síntoma de un trastorno más importante. En ambos casos es necesario
consultar al médico, quien dará el tratamiento adecuado.
“Este mal tiene
generalmente su origen en la dieta, infecciones, medicamentos, enfermedades
crónicas, estrés emocional, entre otros que influyen a su avance”.
Con respecto a las
características, Barradas Velasquez informó que la diarrea se caracteriza por
la evacuación frecuente de heces acuosas, sin formar, lo que provoca una escasa
absorción de agua y elementos nutrientes.
“También puede ir o no
acompañada de dolor, debilidad, náuseas, vómitos, espasmos abdominales
(retortijones), fiebre o pérdida de apetito”, añadió.
Con respecto al
tratamiento expuso que el paciente debe reponer urgentemente (tomando caldo,
zumos, refrescos, té, agua, etc.) los líquidos y electrolitos, eliminados por
las heces. Poco a poco incorporar comidas de fácil digestión, escasas y
frecuentes, hasta volver a la dieta normal.
“En caso de que la diarrea sea moderada, el agua y las sales
perdidas se pueden reponer alternando a lo largo del día sorbos de zumo de
naranja o de manzana con media cucharadita de miel y una pizca de sal, agua
hervida o bicarbonato sódico”.
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