viernes, 27 de septiembre de 2013

El encantador de serpientes►Estadistas de Veracruz‏


07:44 a.m.
Expediente 2013
El encantador de serpientes
Luis Velázquez
27 de septiembre de 2013
 A la mitad del sexenio próspero, en ningún lado de norte a sur de Veracruz hay obra pública trascendente, parteaguas en la vida cotidiana. Tampoco obra social; lo peor, tampoco obra política.
En el fondo hay una razón: la mayor parte del gabinete legal es fiel… pero a Fidel Herrera, el jefe máximo. El tlatoani. El gurú. El Plutarco Elías Calles del siglo XXI. La otra parte es fiel al gobernador, llámese Antonio López de Santa Anna o Heriberto Jara. Y una parte mínima es fiel a Javier Duarte.
 Así, la lealtad, la fidelidad y la institucionalidad están por el lado del góber fogoso, que por algo fue cuatro veces diputado federal, senador, dirigente priista en el Distrito Federal y ha sobrevivido, como ningún otro político del altiplano, a los vaivenes políticos desde el sexenio de Luis Echeverría Álvarez.
Ocho expresidentes de la república después, “El tío” de Nopaltepec ahí sigue, como los dinosaurios de Tito Monterroso.
Incluso, aun sin cargo público mantiene sus redes de poder y actúa.
El encantador de serpientes.
Claro, Veracruz es su ínsula. Pero al mismo tiempo, “El tío” opera en otras entidades federativas y, por supuesto, en el altiplano.
Y, por tanto, su vigencia.
Y es que, ni hablar, la mayoría del cuerpo secretarial del gabinete legal construyeron su vida política y pública gracias al “Tío Fide” como le llamaba Rafael Hernández Ochoa.
Es más, pudiera decirse que el 99.9 por ciento de los llamados “Niños de la fidelidad” sólo han tenido un solo trabajo en su vida: siempre al lado del fogoso. Siempre bajo su cobijo. Siempre bajo sus órdenes.
Cierto, se reproduce el viejo modelo de Plutarco Elías Calles en el maximato.
Pero de igual manera se multiplica porque ningún político priista ha logrado ni tiene ni tendrá la dimensión y la talla de Fidel, tanto en el escenario nacional como local.
Y, por eso mismo, la fidelidad del secretariado duartista al “Tío”.
EL SELLO FIDELISTA
Y si alguna duda existiera bastaría referir lo siguiente: hubo dispendio y derroche en el sexenio anterior y todos callaron. Nadie se inconformó. Nadie puso un alto. Hoy, de igual manera, viven silenciados.
El fidelato heredó una deuda pública impresionante, una de las primeras del país, y todos aguantaron vara. El Congreso, el ORFIS, la Contraloría, la Secretaría de Finanzas y Planeación, los auditores internos y externos, todos, enmudecidos. Como hasta el día de hoy.
Y, por el contrario, haciendo malabares para evitar el escándalo mediático y político y financiero.
Hubo frivolidad en el ejercicio de gobernar y ejercer el poder y nunca, jamás, nadie enmendó la plana.
Y si Fernando López Arias logró ubicar a parte importante de su equipo en el equipo del sucesor, Rafael Murillo Vidal, “El tío” casi casi quedó con todos los cargos públicos claves en el sexenio próspero.
El secretario particular del gobernador, cargo fundamental, gente del “Tío”.
El secretario General de Gobierno, el encargado de la política interna, gente del ‘’tío’’.
El secretario de Infraestructura y Obra Pública, puesto clave para los negocios, gente del “Tío”.
El secretario de Seguridad Pública, territorios fértiles para el manejo de negocios (policías, penales, vialidad, tránsito, etcétera), gente del “Tío”, con alguna ligera simbiosis del gobernador.
El secretario de Educación, con 18 sindicatos, el equipo electoral fuerte del priismo, el negocio de los espacios educativos, los miles de comisionados, gente del “Tío”.
Y así… por el estilo.
Por eso es que el sexenio próspero pareciera vivir atado. Sin espacio para maniobrar su Plan Estatal de Desarrollo 2011-2016. Sin la esperanza ni la oportunidad de un manotazo, pues hasta en el Congreso que tomará posesión el 4 de noviembre, el coordinador de la Junta de Gobierno, que ha sido elegido, el cacique Juan Nicolás Callejas Arroyo, tiene el sello fidelista.
“TODOS ELLOS PARECÍAN GIGANTES”
De acuerdo con algunos historiadores (Francisco Bulnes, entre ellos), Benito Juárez tenía como unos de sus mejores atributos, primero, saber conciliar; segundo, saber perdonar, sin guardar rencores y olvidando los nombre de sus agresores, y tercero, nunca tuvo miedo al talento ni a la inteligencia de los demás.
Por eso, con su gabinete, Juárez fue una constelación: Ignacio Ramírez, Ignacio Manuel Altamirano, Sebastián Lerdo de Tejada, Francisco Zarco. Melchor Ocampo, Jesús Flores Magón, etcétera.   
“Todos ellos parecían gigantes” escribió don Daniel Cosío Villegas.
Tres años después, el gobernador sigue maniatado. Mucho deberá al “Tío” para aceptar, tolerar y permitir tanto.
Y más porque se trata de su nombre, su tiempo, su generación… frente a la historia, frente a la sociedad, peor tantito, frente a sí mismo.
Y si en algún momento del sexenio ha querido marcar una raya, le ha sido difícil. Al final del día, volvió a lo mismo… con un gabinete fidelista.
Por eso quizá convendría leer y releer a Lázaro Cárdenas como también a sus biógrafos. Fue el único que se rebeló al maximato, pues los otros fueron fieles a Plutarco Elías Calles, a saber, Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez, el más corrupto de todos ellos, pues hasta los prostíbulos controlaba.
Escribe Churchill de Alfonso XIII: “El final fue amargo. Casi sin amigos. Casi sólo en el viejo palacio. Rodeado de multitudes hostiles se dio cuenta de que tenía que marcharse”.
POSDATA: La crónica de los días revueltos y turbulentos de Veracruz en el blog.expediente.mx
Barandal
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Luis Velázquez
27 de septiembre de 2013
PASAMANO: eran mejores aquellos tiempos políticos de Veracruz en el siglo pasado… Generaciones aquellas donde con frecuencia, “sin favor ni fortuna”, cada político “tenía necesidad de toda clase de armas intelectuales, de las mayores aptitudes” para alcanzar un espacio y un lugar en la cúpula partidista y en la administración pública… Cuando Veracruz produjo dos presidentes de la república, como Miguel Alemán Valdés y Adolfo Ruiz Cortines… Y cuando además, también creó y recreó a gobernadores que luego pasaron a secretarios de Estado, entre ellos, y por ejemplo, Fernando Casas Alemán, Adalberto Tejeda, Heriberto Jara Corona, Cándido Aguilar Vargas y Luis Mier y Terán… Y cuando, más todavía, dos hombres, el primer gobernador de Veracruz, Guadalupe Victoria (1824-1825) y Antonio López de Santa Anna (1829-1930, en un tercer mandato) brincaran al escenario nacional como jefes supremos y entraran a la historia y a la gloria… Vivieron aquellos políticos tiempos privilegiados porque debían luchar con sus cualidades y atributos en el campo de la política, cierto, pero también de las armas y de la literatura… Y en donde, por razón natural, sólo llegaban los mejores entre los mejores… Aquellos hombres daban luces a sus vidas y a la vida de Veracruz y de la nación y, al mismo tiempo, fuego intenso, candente, donde las pasiones se consumían en la trinchera partidista, parlamentaria y política… “Semejantes hombres, observa Winston Churchill a propósito de los ministros británicos de su tiempo, no se encuentran hoy” como tampoco, claro, se encuentran en Veracruz…
BALAUSTRADAS: aquellos políticos de Veracruz del siglo pasado vivieron tiempos de reñida y feroz competencia, como Fernando López Arias y Fernando Gutiérrez Barrios, considerados el par de mejores gobernadores en la historia política local… Es más, antes de gobernar Veracruz se foguearon en el escenario nacional en cargos públicos y, por tanto, siempre tuvieron la dimensión de Estado y fueron estadistas… Pero más aún, cuando llegaron al palacio principal de Xalapa cargaban un capital político fuera de serie que se tradujo en una buena, excelente relación entre Veracruz y el altiplano, de tal forma que siempre existieron aquí vientos favorables… Bastaría referir que López Arias terminó con el más alto rating como gobernador, de tal forma que el gabinete completito de Adolfo López Mateos, con el presidente por delante, más los dos ex gobernadores vivos de entonces, además de ex presidentes, Miguel Alemán Valdés y Adolfo Ruiz Cortines, estuvieron en la toma de posesión de Rafael Murillo Vidal en el estadio Heriberto Jara… Fueron aquellos tiempos de políticos privilegiados, que por desgracia ya se fueron, pero que a partir de entonces, nunca, jamás, han sido relevados por una generación, digamos, de políticos eminentes… “Los pedestales que durante varios años fueron de esplendor han sido ahora demolidos” dice Churchill en su libro “Grandes contemporáneos”, editorial Plaza & Janés… Hoy, y por desgracia, priva una generación que ha llegado al poder sexenal de una manera fácil y rápida y que incluso se anticipó a su tiempo más de veinte años, y por tanto, solo está para la corta mirada, sin proyecto a mediano y largo plazo para una de las entidades federativas más ricas del país en sus recursos naturales, y sin ningún apego a los principios universales de un Estado de Derecho, de un Estado Benefactor, de un Estado solidario con las mejores causas sociales…
 ESCALERAS: nada hoy en Veracruz recuerda la talla de los grandes estadistas del siglo pasado… Por ningún lado se mira, por ejemplo, a un orador elocuente como Fernando López Arias… Ni tampoco a un político con visión de Estado como Fernando Gutiérrez Barrios… Ni menos a un Antonio López de Santa Anna, que fuera el tlatoani, el gurú de su tiempo aglutinando a los grupos políticos de todo el país… Ni a un Miguel Alemán Valdés que avanzara de Veracruz al Distrito Federal con un gran grupo político que alcanzara el estrellato… Ni a un discreto y sabio y prudente y eficaz Adolfo Ruiz Cortines que así se abriera camino… Ni a un Heriberto Jara Corona paseando su honestidad a prueba de bomba en la república… Por el contrario, hoy aquí la vida se le resbala a la generación política en el poder, como de igual forma se les resbalan los pendientes sociales y económicos y culturales y los problemas sociales, y lo que es peor, son capaces de ser indiferentes al crimen de un ciudadano y al mismo tiempo, ocuparse y preocuparse de los embarazos de la alcaldesa jarocha y de la diputada local… “De todos modos, el mundo sigue su marcha, y la sigue tan de prisa que son pocos los que tienen tiempo para preguntar a dónde va” escribió Winston Churchill … Y lo que es peor, “a esos pocos solo una Babel responde”.
POSDATA: La crónica de los días revueltos y turbulentos de Veracruz en el blog.expediente.mx

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