MARCELO MONTIEL ES UN MENTIROSO

Escenarios

*Miente Marcelo Montiel

*Mixtla, municipio jodido

*Por decreto “adiós a la pobreza”

Luis Velázquez

09 de noviembre de 2012

I

Porfa, secretario de Desarrollo Social en Veracruz, Marcelo Montiel Montiel, más respeto para los pobres y los miserables de la tierra jarocha.

Entre ellos, los compañeros indígenas del pueblo de Mixtla de Altamirano, ubicado en la sierra de Zongolica, declarado apenas, apenitas, señor Montiel, en el año 2011 como el municipio más jodido, no de Veracruz, señor, sino del país.

Y más respeto, por lo siguiente, caray: apenas horas anteriores, usted se boletinó en Telever que por decreto se declaraba “el adiós a la pobreza” en Mixtla de Altamirano.

Y se decretaba, háganos usted el favor,  “el adiós a la pobreza” (¡ah pa’nombrecito tan humillante!) porque su dependencia instaló baños ecológicos, estufas ecológicas y láminas de zinc en Mixtla.

¡Ay, señor secretario!

En su mesianismo usted ofende la dignidad humana de los millones de pobres y miserables de norte a sur de Veracruz.

Bueno, tiene usted razón cuando dijo que en Veracruz “los pobres dejarán de ser pobres… cuando ellos quieran”, pues usted se ubicó en el centro neurálgico de su frase bíblica y ahora, luego de su paso como alcalde en dos ocasiones de Coatzacoalcos y de diputado local, usted posee el rancho más próspero del estado de Veracruz, quizá del Golfo de México.

Usted ¡felicidades! ya salió de pobre.

Pero, porfa, absténganse, por respeto a la dignidad humana, simple y llanamente a la dignidad humana, de asegurar que en Mixtla ya se dijo ‘’adiós a la pobreza’’ y ha desaparecido de la lista de los municipios más pobres.

II

Bastaría referir los cuadernillos municipales de la Secretaría de Finanzas y Planeación, del Coneval e INEGI para descubrir otra realidad social y económica.

Y si usted cree que apareciendo en Telever y en otros medios sumisos y asalariados a la clase gobernante en turno, de la que usted forma parte, basta y sobra para acabar con la pobreza, ya deje de fumar mota y de la mala para dejar de ver fantasmas y visiones.

En Mixtla, los niños y los adultos siguen muriendo de anemia y desnutrición crónica.

Los hombres en Mixtla siguen huyendo a la ciudad de México, a la frontera norte y a Estados Unidos de migrantes.

Y en el mejor de los casos, de Mixtla se van los hombres, con sus hijos y hasta la esposa, de migrantes al interior de Veracruz al corte de la caña de azúcar, el café y los cítricos, con sueldos de hambre.

En Mixtla, secretario, se carece, como en el resto de Veracruz, de fuentes de empleo.

Y los maestros son como los médicos, llegan el martes a trabajar y se retiran el jueves al mediodía.

Y en el mejor de los casos, los profesores imparten clases de 9 de la mañana a las 12 horas, incluyendo el recreo.

Y en Mixtla, los jornales son pagados, cuando les bien va, a 80 pesos el salario, desde las 6, 7 de la mañana hasta que el sol se oculta.

III

Y en Mixtla, secretario, todos los días trepan a la sierra de Zongolica camiones de carga repletos de cervezas para la vendimia en los municipios de la montaña negra.

Y en Mixtla, secretario, cada fin de semana las trabajadoras sexuales de Córdoba y Orizaba bajan a los municipios serranos para emborracharse con los indígenas y quedarse con la mayor parte del salario ganado de lunes a viernes.

Y si desde la oficina en Xalapa usted decreta “el adiós a la pobreza”, caray, más respeto a los elementales y básicos derechos humanos.

Nadie cree en sus mentiras.

Y si los suyos le creen y aplauden y si gana usted el apapacho del jefe máximo, allá ustedes con sus falacias.

No sea usted farsante, secretario Marcelo Montiel Montiel.

IV

Pero, bueno, en sus ínfulas de político mesiánico y populista barato, sueña usted con imponer a su hermanito de candidato priista a la alcaldía de Puente Nacional, pues su carnal le cuida su ranchito y lo quiere usted premiar.

Y en su populismo quiere usted imponer a su Joaquín Caballero Rosiñol, a quien ya impuso de diputado federal, como candidato a la alcaldía de Coatzacoalcos para, digamos, seguir mandando, pues por alguna razón Marcos Theurel Cotero se le salió del huacal.

Ni hablar, lo dice el adagio ranchero, “la culpa no la tiene el indio, sino quien lo hace compadre…”

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