Jorge González Nicolás, Fiscal de Investigación y Persecución del Delito de Chihuahua, dio a conocer este día que hasta ahora son 20 los cuerpos encontrados en fosas del Valle de Juárez, muy cerca de Ciudad Juárez. También dijo que se cree que varios de los restos podrían ser de ciudadanos de Estados Unidos.
El sábado pasado la Fiscalía de Chihuahua encontró los restos de once cuerpos de hombres que supuestamente fueron asesinados a tiros hace cerca de dos años y enterrados en un paraje despoblado, dijeron las autoridades.
El gobernador César Duarte Jáquez informó que autoridades estadunidenses colaboran con información e inteligencia en el caso de la fosa común hallada en Ciudad Juárez el pasado fin de semana, que contenía por lo menos 20 osamentas.
Indicó que las osamentas halladas en el Valle de Juárez son de homicidios que se investigan, al referir que hay plena coordinación entre el gobierno estadunidense, Ejército Mexicano, gobierno federal, Fiscalía General del Estado y municipios.
Enfatizó que ante los hechos violentos de los últimos días, “esta oleada nos sacude, naturalmente, pero de ninguna manera nos desanima, nos pone en una circunstancia de mayor responsabilidad y decisión, a seguir avanzando, con pasos contundentes”.
De acuerdo con El Diario de Ciudad Juárez, González Nicolás dijo que entre estos cuerpos podrían estar algunos de nacionalidad norteamericana.
Señaló que el origen de la información que los llevó a ese lugar fue procedente del Consulado de los Estados Unidos en Ciudad Ciudad Juárez. Dijo que, adicionalmente, fueron informantes en México personas que han sido detenidas por delitos del fuero federal, sin embargo, no quiso especificar para proteger la fuente.
Una vez que tuvieron la información se trasladaron al lugar con binomios caninos para que rastrearan el punto donde se localizaban los restos óseos, que en su totalidad corresponden a los de personas del sexo masculino, aseguró.
Al ser llevados a las instalaciones del Servicio Médico Forense, el personal de esta instancia pudo establecer que todos las víctimas murieron de manera violenta. Unos presentaban signos de haber sido asfixiados, otros de traumatismo craneoencefálico y por disparo de arma de fuego en la cabeza o tiro de gracia.
En este momento, cada uno de los restos atraviesa por un proceso de identificación en el que se cotejan los ADN que ya se tenían por parte de las familias que han reportado a personas desaparecidas con los de los cadáveres. Se utilizan además los servicios de odolontólogos forenses que analizan al menos cuatro piezas dentales de cada uno de los cuerpos para establecer parámetros de identidad, señaló.
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