domingo, 25 de noviembre de 2012

RAFAEL MORENO VALLE, GOBERNADOR DE PUEBLA, DIO LAS GRACIAS AL PRESIDENTE CALDERON

 
JALPAN, Pue., 25 de noviembre de 2012.
 Palabras del licenciado Rafael Moreno Valle, Gobernador del Estado de Puebla, durante la Inauguración del Tramo Carretero Ávila Camacho-Tihuatlán de la Autopista México-Tuxpan, que tuvo lugar en este municipio.
             Es un privilegio recibir al señor Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Felipe Calderón. Como siempre, lo recibimos, señor Presidente, con los brazos abiertos.
             Realmente estamos muy agradecidos con el gran legado que le deja usted a Puebla, sin duda, en materia de infraestructura. Ha sido la mayor inversión en la historia de nuestro estado durante su Administración.
           Y me tocó constatarlo, primero como Presidente de la Gran Comisión del Congreso, y saludo al Presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso Estatal, Edgar Salomón, posteriormente, como Senador de la República. Y ahora, en estos casi dos años como Gobernador del Estado de Puebla.
           Reconocer que Puebla tiene una ubicación geográfica estratégica. A 200 kilómetros a la redonda de nuestra entidad viven 34 millones de personas y se produce el 38 por ciento del Producto Interno Bruto. Y usted nos ha permitido mejorar la competitividad.
             Con una visión de Estado y de futuro. Ha estado invirtiendo en la Mixteca como lo ha comentado mi amigo el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez-Jácome, con la carretera que nos permite llegar hacia Huajuapan de León, en Oaxaca, desde Izúcar de Matamoros. 
También, invirtiendo aquí, en la Sierra Norte, una zona extraordinariamente compleja en un proyecto que se ha venido anunciando y se ha vislumbrado desde hace décadas.
             Yo, desde que me inicié en el Servicio Público, en 1999, como Secretario de Finanzas y Desarrollo Social, recuerdo que nos comentaban de que llevaban muchos años. Roberto Hernández, particularmente, había estado planteando esa obra. Y, sin embargo, parecía imposible por la complejidad del terreno.
             Ya lo pudimos ver en la visita de supervisión al Puente San Marcos. Es el segundo puente con la columna más alta en el mundo. Es algo verdaderamente impresionante, y eso es importante que lo vislumbremos todos para entender la magnitud del reto que se ha tenido que enfrentar, y, sin embargo, hoy estamos entregando ya una etapa de esta carretera, señor Presidente. Debemos de sentirnos muy orgullosos.
            Entender esta inversión de tres mil 880 millones de pesos solamente en el tramo que hoy se entrega, que nos permite mejorar nuestra conectividad con el Estado de Veracruz.
            Y damos la bienvenida a mi amigo Javier Duarte, Gobernador Constitucional de esa entidad vecina con quien independientemente de cualquier diferencia ideológica o partidista, desde el primer día de nuestra administración hemos venido trabajando de manera coordinada y conjunta, en beneficio de los ciudadanos.
             Este tramo que hoy pone usted en servicio, señor Presidente, traerá beneficios, sin duda, tanto al Estado de Puebla como al Estado de Veracruz.
             Otras inversiones que se han hecho, como se han mencionado, el Arco Norte; nos permite llegar desde Atlacomulco en el Estado de México hasta San Martín Texmelucan, en Puebla, sin pasar por el Distrito Federal.
             Y podría yo mencionar no sólo lo que ha hecho usted en materia de infraestructuras, sino también, una inversión muy significativa en el sector agropecuario que concentra en el Estado de Puebla, al 25 por ciento de la población económicamente activa, pero que sólo genera el 6 por ciento del Producto Interno Bruto.
             Usted, con una gran visión de Estado, estuvo trabajando para poder organizar a los productores del campo, para buscar que produjeran más a un menor costo, y siempre en plena coordinación con el gobierno estatal, con los gobiernos municipales y con los productores.
             También, le quiero agradecer públicamente el apoyo que nos dio como Gobierno Federal para lograr que Audi se viniera a instalar, primero en México, porque la competencia fue muy dura contra otros países, particularmente, con la situación económica mundial, evidentemente desde Alemania hasta Estados Unidos y países de Sudamérica estaban buscando esa inversión.
             Y gracias al apoyo decidido del Presidente Calderón, se logró traer a México y, posteriormente, logramos, también, con una inversión muy fuerte de recursos del estado que viniera a instalarse a Puebla. Y eso nos va a permitir un desarrollo industrial que no se ha visto en los últimos 45 años, desde que se instaló la Volkswagen.
            También, debo reconocer el apoyo que ha tenido el señor Presidente Felipe Calderón, con los pueblos indígenas. Puebla tiene siete etnias distintas, cada una con su cultura, con sus tradiciones, pero lamentablemente encontramos que los más pobres entre los pobres son los indígenas.
             Y el Presidente Felipe Calderón, a través de la CDI y, particularmente, del PIBAI, ha venido llevando a cabo inversiones muy fuertes en infraestructura, que tal vez, desde una evaluación del costo-beneficio con la rentabilidad social, no saldrían elegidos esos proyectos. Sin embargo, desde un punto de vista del bien común, de equidad y pagar las deudas históricas, el Presidente Calderón lo ha venido haciendo con los indígenas del Estado de Puebla y del país.
             No quiero extenderme más en el uso de la palabra, pero creo que el mensaje es muy sentido, señor Presidente. Lo único que quiero decirle a nombre de todos los poblanos, es gracias; gracias por su gran apoyo, gracias por su gran labor, por el enorme sacrificio que ha hecho usted, en lo personal, en lo familiar.
             Entendemos, incluso, los riesgos que usted ha asumido por haber combatido frontalmente al crimen organizado, y quiero que sepa usted que lo valoramos, que lo reconocemos, señor Presidente, y que siempre será bienvenido al Estado de Puebla, con los brazos abiertos.
             Que este legado que usted está dejando, esta infraestructura se va a quedar por muchos años, y va a servir a muchas generaciones.
            Creo que se puede, usted siempre, ir con la satisfacción del deber cumplido. Reconocer que puede venir a Puebla y ver a la gente a los ojos, y decirles: Cumplí, con lo que yo les ofrecí. Que afortunadamente, usted tendrá, junto con su familia, ese reconocimiento, que estoy seguro, que se le va a dar en el futuro por su gran labor.

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