Pasillos del Poder

César Augusto Vázquez Chagoya
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4 de NOVIEMBRE de 2012

MONTES, CÉSAR, YUNES Y SU AMPOLLETA
El estado de Veracruz se estremeció ese 30 de octubre del 2009 cuando se corría la voz de la muerte de Margarito Montes Parra, dirigente nacional de la UGOCP, en Cajeme, Sonora, cerca de las 2 de la tarde, cuando un grupo armado disparó más de 300 balas contra su convoy, donde murieron 14 personas entre ellos 3 niños.

Desde ese día, integrada la investigación de los hechos en la averiguación previa 450/09 del estado de Sonora, no camina. No hay ninguna orden de aprehensión porque nunca ha sido consignada a un juez. Montes Parra tenía su radio de acción en los estados de Sonora, Veracruz y Oaxaca.

Antes había sufrido la muerte en Sonora de su hijo Jorge en una pelea de gallos por 1500 pesos. En esa ocasión pidió la desaparición de poderes del gobierno de Sonora que encabezaba Eduardo Bours. Nadie le hizo caso.

A su hermano Héctor lo mataron en Nopaltepec, municipio de Cosamaloapan, Veracruz, en una pelea de pueblo, y su hermano Praxedis fue baleado por policías federales de caminos en la congregación de Novara, por faltarle el respeto a una de las secretarias de la oficina federal.

Era obvio que la familia de Margarito Montes Parra había perdido el piso. Tenía su centro de trabajo en la congregación de Santa Cruz, municipio de Cosamaloapan, y desde ahí invadió predios en Oaxaca donde hubo muertos y una pelea a muerte con los integrantes de la Confederación de la Pequeña Propiedad del PRI, con base en Tuxtepec, Oaxaca.

Catalogado como hombre muy trabajador desde los 15 años, fue uno de los fundadores del Partido del Trabajo, tanto que en las elecciones federales de 1988  llevo a su candidata presidencial a la cuenca. Doña Rosario Ibarra de Piedra nunca había sentido el calor de miles de gentes aclamándola.

En esos años, siendo gobernador de Veracruz Fernando Gutiérrez Barrios, nunca se metió a invadir en Veracruz. Se decía que Raúl Salinas de Gortari, por medio de la CONASUPO, lo apoyaba como a otros líderes agrarios del país. Yéndose Don Fernando a la Secretaría de Gobernación, Margarito incursionó en Veracruz.

Caminó hacia Veracruz, Coatzacoalcos y Xalapa, donde quería que fuera alcalde Carlos García Méndez.

En embestida del sonorense hacia el sur, tuvo su trampa al invadir un rancho en el predio La Virgen enfrente de Jesús Carranza, donde violaron y mataron a los cuidadores. En ese 1991 nunca se imaginó Margarito la respuesta cuando casi 500 hombres a caballo y a fuego desalojaron el rancho; se habla de 20 muertos.

Como el asunto se manejó de manera política por Raúl Salinas, Dante Delgado y el alcalde de Jesús Carranza, Gilberto Guillen Serrano, el trato de paz se cerró en la XXIX Zona Militar de Minatitlán.

Antes de la llegada de Margarito a la Cuenca del Papaloapan, sólo 40 familias eran dueños de estas ricas tierras. Si bien es cierto que Margarito se excedió, también propició el reparto de la tierra. Los terratenientes no se iban a quedar parados y crearon la figura de César Toimil, quien siendo dueño de tierras, se armó con un grupo de guerrilleros para combatir a Margarito.

Cuando matan a César Toimil, el 29 de noviembre del 2005, en la presa “Miguel Alemán” después de haberle invadido el rancho “Santa Gertrudis” de Miguel Ángel Yunes Linares en Tres Valles, corazón de la cuenca, entre los sospechosos del asesinado fue el mismo Miguel y Montes Parra. Éste último no negó que quisiera matarlo pero manifestó: “era el único guerrillero que quería que lo salvara la policía” y negó su participación en los hechos.

A Miguel Ángel Yunes Linares, a pesar de que César Toimil le había invadido su rancho, nunca se le investigó. César, el día de su muerte, iba a su casa en Ixcatlán Pérez de Figueroa, en Oaxaca. Atravesaba la presa en una lancha. Tiros de precisión acabaron con su vida y la de sus acompañantes.

Ese 29 de noviembre del 2005, el subsecretario de Seguridad Pública Federal era Miguel Ángel Yunes Linares y su principal escudero era Enrique Ampudia Mello, hoy subsecretario de Gobierno de Veracruz. Las vidas de Montes Parra y César de ninguna manera están desligadas.

A tres años de la muerte en Sonora de Montes Parra, hay cosas qué analizar: el secretario de Gobierno de Sonora en ese tiempo, Héctor Larios Córdova, pide a la PGR que atrajera el caso porque si bien es cierto el ingeniero agrónomo había nacido en Sonora, su vida política la había hecho en Veracruz y Oaxaca.

Algo similar a la muerte de Libertad Hernández Landa, luchadora social de Xalapa. La matan en México, y tal como el caso de Montes Parra, está en los sueños de los justos. Detenidas, congeladas.

El 30 de octubre del 2009 murieron con el líder agrario su esposa e hijos así como algunos colaboradores, pero Montes Parra fue enterrado en Texcoco, Estado de México, donde se le hizo un homenaje este año.

El 30 de octubre del 2009, el líder de la UGOCP era aliado del gobernador Fidel Herrera Beltrán. El director del ISSSTE y candidato a la gubernatura de Veracruz era Miguel Ángel Yunes Linares, siendo su asesor Enrique Ampudia Mello. Uno no quisiera meterlos, pero en cada hecho de sangre salen en el panorama.

El principal beneficiario de la muerte de Margarito Montes Parra es Miguel Ángel Yunes Linares. Hay que recordar que a estos líderes agrarios los matan antes de cada elección federal o estatal: a César, el 29 de noviembre del 2005, previo a las elecciones federales en julio del 2006. A Margarito, el 30 de octubre del 2009, antes de la gran batalla por la gubernatura de Veracruz en el 2010.

Cuando murió, la UGOCP anunció manifestaciones para que se esclareciera el asesinato de su líder. Eso no lo vemos. Si usted hubiera visto las turbas de campesinos en busca de tierras y esperanza acompañando al sonorense en la cuenca del Papaloapan.

A tres años de su muerte, se le liga que en el mismo día murió Don Fernando Gutiérrez Barrios y en este año, Carlos García Méndez, rector de la Universidad de Xalapa, vuelve a levantar la mano para ser por el PRI candidato a la alcaldía de Xalapa en el 2013.

Lástima. A la muerte de su líder, la UGOCP está agachada.