Al menos 17 bandas delictivas operan en el Metro, denuncia ONG; el GDF ignora las advertencias, dice

Por: Redacción / Sinembargo - agosto 26 de 2013 - 0:00 De revista, México, TIEMPO REAL, Último minuto - 3 comentarios   Los delincuentes se confunden, generalmente entre los pasajeros. Foto: Cuartoscuro. Ciudad de México, 26 de agosto (SinEmbargo).- Desde hace cinco años operan en el Metro de la Ciudad de México al menos 17 bandas delictivas, que son responsables de secuestros, extorsiones, robos, acoso y violaciones, según un diagnóstico del Consejo para la Ley de los Derechos Humanos AC.
 Dos de estas bandas, identificadas como “Los Costeños” y “Los Flacos”, se dedican al secuestro exprés siendo los primeros, que operan en la Línea 2, los más peligrosos, ya que amagan a sus víctimas en el vagón, las sacan de la estación y las suben en una camioneta tipo Van, exigiendo a los familiares rescates de 100 mil pesos; generalmente liberan a los plagiados un par de horas después y tras el pago de entre 15 y 30 mil pesos. Mientras, “Los Flacos” son el segundo grupo en importancia dentro del secuestro exprés en el Metro. En ocasiones sus plagios se prolongan por más de dos horas, a lo largo de las cuales llevan a sus víctimas de un cajero automático a otro. 
“Son bandas que realizan más de un secuestro al día.
 ‘Los Flacos’ llegan a recabar 30 mil pesos diarios. ‘Los Costeños’, hemos registrado, obtienen 120 mil pesos diarios”, aseguró el presidente del Consejo Fernando Ruiz Canales al sitio Revolución 3.0.
 Sin embargo, Luis Pérez Eguidarte, fiscal de la Subprocuraduría de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), y Jorge Sotelo, responsable de las agencias del Metro, Tren Suburbano y del Aeropuerto, han afirmado ante los medios de comunicación que no existen registros de secuestro al interior del Metro.
 A cambio, afirman, en más de un año han desarticulado dos bandas: “Los Tlaxcalas y “Los Abuelos”.
 De acuerdo con datos del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STCM), los cuatro principales delitos registrados en este medio de transporte, entre enero de 2012 y julio de 2013, fueron: robo sin violencia (313 averiguaciones previas), robo con violencia (298), abuso sexual (121) y violación (1).
 En lo que del año, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal refiere 100 casos de abuso sexual, 90 de robo con violencia a los usuarios del Metro y 54 reportes más con robo sin violencia.
 Según el Consejo, el 75% de los asaltos ocurrió con armas de fuego y punzocortantes; el otro 25% fue por sometimiento físico o intimidación por mayoría de grupo.
 También están los asaltos que ocurren inmediatamente afuera del Metro, donde la víctima fue seleccionada desde el interior.
 Las líneas con  mayor incidencia, según el organismo, son la 3, que corre de Indios Verdes a Universidad; la 1 que va de Observatorio a Pantitlán; la 2 que corre de Tasqueña a Cuatro Caminos; la 8 que va de Garibaldi a Constitución de 1917 y la 9 que corre de Tacubaya a Pantitlán. 
 LAS ADVERTENCIAS “En 2008 le hicimos saber a Francisco Bojórquez, entonces director del Metro, que había víctimas de robos, asaltos y secuestros en el Metro.
 Él dijo que no era cierto y desacreditó a las víctimas. Dijo que era imposible ingresar con armas. Dos semanas después de ese encuentro sucedió la balacera en el Metro Balderas. 
Ahí quedó exhibido que las personas sí ingresaba con armas y en la actualidad sigue entrando gente armada al Metro”, recuerda Ruiz Canales. El 13 de agosto se registró el caso más reciente de una balacera al interior del Metro en la estación Muzquiz, de la Línea B que corre de Buena Vista a Ciudad Azteca.
 Usuarios de Twitter reportaron que habían escuchado al menos tres disparos al interior de la estación, pero desde la cuenta  @MetroLineaSI se respondió: “Con respecto a los disparos escuchados sobre L-B, comentan los policías del lugar que [los balazos] fueron en el exterior de la estación”.
 A Fondo, un medio local del Estado de México, publicó sobre el incidente que “de acuerdo con el testimonio de uno de los afectados, los asaltantes logran ingresar armados a los vagones, pese a la vigilancia que existe. Gabriel, un joven de 17 años, narró que eran las 12:15 horas cuando abordó el Metro en la estación Impulsora para dirigirse a la Vocacional 3. 
A esa hora, otras 15 personas viajaban en el vagón, con dirección a Ciudad Azteca. Cuando el convoy llegó a la estación Río de Los Remedios las puertas se abrieron, tres hombres ingresaron por la misma puerta y segundos después se distribuyeron por todo el vagón.
 ´¡Saquen todo lo que tengan, celulares, carteras, dinero. Esto es un asalto!‘ gritó uno de los tres tipos que iban armados”. 
Desde el año 2007, el Consejo para la Ley y los Derechos Humanos, A.C. identificó la operación de Los Costeños. La información la hicieron llegar a la PGJDF y al STC Metro. 
“Su líder tiene tatuado un puma en uno de sus antebrazos. Todas las referencias que nos han dado las víctimas llevan a esa característica”, detalla Fernando Ruiz.
 “Los teléfonos inteligentes potenciaron los asaltos. La mayoría de las bandas se dedican al robo con y sin violencia”.
 Entre los factores que propician la inseguridad en el Metro, según el Consejo, están la cantidad de personas que transitan en sus líneas, lo que es aprovechado para los asaltantes para perderse y no ser grabados por las cámaras; la insuficiente seguridad policiaca, la desinformación entre los usuarios para prevenir y denunciar y la falta de capacidad de las autoridades para auxiliar al usuario.