sábado, 28 de julio de 2012

Las encuestas no son pronósticos


 
En algunos medios nacionales se afirma que las encuestas de la elección presidencial 2012, más que informar y exponer una percepción o fotografía de lo que el electorado pensaba, lo que realmente realizaban era apostarle al triunfo de un candidato a través de la victoria anticipada: la victoria ya concretada. En el CECAM no estamos de acuerdo con dicha afirmación.
Una vez concluidos los procesos de la elección presidencial de julio de 2012, hicimos un proceso de análisis de las encuestas realizadas por el Centro de Estudios CECAM,  del Colegio de Abogados de México, A.C. que preside Jesús Cortazar Murphy. El ejercicio lo hacemos después de cada proceso electoral. Los resultados del análisis permiten evaluar cómo fueron las encuestas, detectar errores, analizar la fuente de éstos y mejorar constantemente los programas de trabajo.
Tal y como se puede constatar en la memoria de la red pública de internet, en el CECAM desde hace dos años y medio realizamos estudios de opinión quincenales para conocer las preferencias electorales sobre los aspirantes presidenciales 2012. En todos los reportes formulados y difundidos, la ventaja de Enrique Peña Nieto siempre fue definitiva, era el puntero indiscutible, como aspirante y luego como candidato del PRI.
Cabe señalar que los resultados de los citados estudios, fueron coincidentes con los resultados de las principales doce casas encuestadoras que participaron abiertamente en el proceso. Estimamos difícil de imaginar, que las doce casas se pusieran de acuerdo para alterar sus datos y darle 20 puntos de ventaja al candidato tricolor (la que menos, le daba 10 puntos).
Como todas las encuestas lo venían apuntando, en la votación Enrique Peña Nieto ganó  la elección (con casi 7 puntos de diferencia). Sin embargo, la diferencia entre los estudios preelectorales y el resultado final de la elección, en nuestra opinión tiene tres explicaciones: error de medición, cambio en la decisión del elector y el voto juvenil oculto.
1.-Error de medición: Todos los estudios consideran un margen de error del 4% al  5%, que indubitablemente hay que restar o sumar, al momento de contrastar los números.
2.-Cambio en la decisión del elector: Si vemos en retrospectiva el proceso, nos daremos cuenta de que el candidato de las izquierdas (AMLO), se encontraba en un rezagado tercer lugar (18%) abajo de la candidata del PAN (JVM) y, a partir del exitoso movimiento estudiantil #YoSoy132, AMLO subió como la espuma, pasando en pocos días al segundo lugar (27% primero y terminó con 31%).
3.- Voto juvenil oculto: En todas las encuestas previas a la votación, los indecisos siempre estuvieron en un rango de 12 a 15 puntos. De acuerdo con la información oficial, el voto de los jóvenes se incrementó considerablemente, pasando de 49% de 2006 a 63% en 2012. Una diferencia contundente del 14%, compatible con la de los indecisos del 12% al 15%. Los jóvenes hicieron la diferencia, no cabe duda.
De los números antes expresados, se puede concluir:
A.- El movimiento estudiantil se volcó a favor del candidato presidencial de las izquierdas e  impulsó considerablemente la campaña de AMLO, llevándolo de un modesto 18% al 27% (para finalizar en 31%), en pocos días.
B.-De no haber surgido el movimiento #YoSoy132, AMLO seguramente hubiera terminado en tercer lugar (20%-22%), JVM en segundo (25-27%) y EPN en primero (44%-46%), con los 20 puntos de ventaja que sobre el segundo lugar, le daban casi todas las encuestas nacionales.
C.-Es indiscutible que el 14% de incremento en la votación de los jóvenes, respecto a 2006, vino a irrumpir, de la noche a la mañana, en los resultados de la elección, favoreciendo a AMLO y afectando al candidato presidencial del PRI (EPN), que en el último tramo de la campaña vio mermada su amplia ventaja.
D.-Es por ello que la ventaja de Enrique Peña Nieto pasó de 20 puntos que tenía días antes de la elección, a casi 7puntos que obtuvo el día de la votación. No hay más.
Es justo señalar que, como pocos, los prestigiados analistas políticos Manuel Camacho Solís y Fausto Alzati Araiza, en sus artículos periodísticos, con toda antelación al proceso electoral y mucho antes de que naciera el movimiento estudiantil #YoSoy132, señalaron la importancia del voto de los jóvenes y su activa participación en la vida política en el contexto internacional.
Tenían mucha razón.
José Sánchez Talavera
Consultor

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