lunes, 22 de julio de 2013

Una más del “Fraudencio”

Juan Adán Calderón no es el primero
Por Luis González Romero
Poza Rica, Ver.- Con la promesa de una plaza en el gremio magisterial, el ahora diputado federal por el V Distrito de Veracruz, Gaudencio Hernández Burgos defraudó al ciudadano Juan Adán Calderón García, quien por cuatro años se dedicó a hacer labores para el rancho Mi Líder, propiedad del legislador y ex dirigente estatal del SNTE Sección 32.
A punto de culminar su educación profesional en la licenciatura de Educación, aunque considera que su edad ya es mayor, no le impidió cumplir esta meta. Es originario de Huejutla, en el estado de Hidalgo.
Pero considerando que a futuro, al concluir sus estudios profesionales, debía iniciar la búsqueda de un trabajo con solidez económica y garantía de prestaciones, es que buscó a Gaudencio Hernández Burgos y “a su equipo”.
“Lo que hice fue confiar en ellos y me empecé a poner a disposición (…) me pidieron que tenía que hacer algo por el rancho de El Maestro (Gaudencio Hernández Burgos) para poder tener un empleo, pero resulta que al empezar a dar (trabajar) pues empiezo a ver ciertas negligencias por parte de Alfredo Cortéz, es quien tiene el control del rancho”.
Fue hace cuatro años, explicó, por un periodo estuvo laborando al interior del rancho Mi Líder, localizado en la comunidad El Palmar del municipio de Cazones, de su propio bolsillo suman 70 mil pesos que invirtió construyendo portones, rejas , comederos, postes y 27 mil pesos en efectivo.
“Ha pasado el tiempo y El Maestro aun no me resuelve la situación, hace algunos meses hable con Alfredo Cortez preguntándole sobre el recurso, y este me dijo que ya se había perdido.
Esto es ejemplo de impunidad que puede haber por un funcionario que fue dirigente de la Sección 32 y ahora Diputado. Con mucho trabajo y esfuerzo conseguí el material y pedí prestado taller para hacer los portones”.
Señaló de forma directa a Alfredo Cortés y al diputado federal Gaudencio Hernández Burgos, porque “se hacen de la vista gorda”, pero advirtió el agraviado que a personas del sexo femenino se les da mayor preferencia en solicitudes como la suya.
“La plaza era para lo que fuera, fuese prefecto, docente o aunque fuese limpiara los salones, simplemente quería una plaza.
 Ahora esta difícil conseguir un empleo y entonces fui timado y ahora Gaudencio ya no me hace caso y su gente que tiene a su alrededor es la que le hace quedar mal”.
Juan Adán es padre de dos hijos, a los cuales debe cumplir con su manutención y aun adeudo por el servicio de flete para el traslado de los portones que construyó para el rancho Mi Líder, y pide la devolución de su dinero, aunque es pesimista luego que de interponer la denuncia correspondiente asegura que se le objetará porque Gaudencio Hernández Burgos es un “legislador encumbrado”.


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