lunes, 24 de junio de 2013

En Gaviotas temen una tragedia



El muro de contención puede ser derrumbado por la fuerza del agua

Por Luis González Romero

Poza Rica, Ver.- Más de un centenar de habitantes del fraccionamiento Gaviotas I y II se reunieron éste fin de semana en el campo deportivo de ese lugar y expusieron su temor de una desgracia, al considerar que el llamado muro de contención que se hizo en ese lugar no es una garantía de seguridad y que con la fuerza del río Cazones, cuando rebasa su nivel crítico, puede derribar dicho bordo y acabar con el mencionado sector habitacional.

En esa obra se han gastado muchos millones de pesos como para que lo hubieran hecho de oro, pero fueron más fuertes los intereses políticos que el deseo de proteger a la población, y por lo mismo rechazaron las autoridades que encabeza Pablo Anaya Rivera, las gestiones de un diputado federal, porque éste se iba a parar el cuello y que como pertenecía a otro partido político diferente, no era correcto aceptar la oferta.

Sin embargo las autoridades de Tihuatlán no se fijaron en siglas y color y permitieron que el legislador hiciera gestiones ante la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y aunque tuvieron que esperar varios años, ha obra se ha realizado y se trata de un mega-muro en el que se han invertido 300 millones de pesos; pero es algo que si garantiza seguridad a los pobladores, como ya se vio en la primera tormenta que azotó la semana pasada.

Manifestaron que ya se encuentran cansados de promesas de autoridades y hasta de candidatos, porque no resuelven el problema y añadieron que para colmo de males, ni el cárcamo de bombeo funciona, por lo que el agua que escurre de las partes altas del sector lo inunda y por lo mismo todo el tiempo están con el “Jesús en la Boca” y algunos vecinos han colocado ladrillos en las puertas de su casa; pero no es la solución.


Todos coincidieron que son los más afectados cuando llega la temporada de lluvias y hasta ya se les olvidó cuantas veces han sido afectados; pero la peor de todas fue en octubre de 1999, cuando amanecieron en los techos de las viviendas y algunos fueron rescatados con helicópteros. 

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