sábado, 1 de junio de 2013

México perdió ocho aerolíneas en cuatro años; las tarifas caras y mal servicio son las causas


Por: Redacción / Sinembargo - junio 1 de 2013 - 0:04 Destacadas, México, TIEMPO REAL, Último minuto - 3 comentarios   Ciudad de México, 1 de junio (SinEmbargo).- A finales de 2008 el país contaba con 13 aerolíneas, a partir del cese de operaciones de Mexicana de Aviación, en 2010, y luego del cierre de un total de siete líneas aéreas -Azteca, Aerocalifornia, Aviacsa, Avolar, Alma, Nova Air y Aladia-, sólo quedan cinco, lo que se ha traducido en un incremento de hasta  40 por ciento en las tarifas y en un número importante de quejas por el servicio deficiente que prestan.
 A finales de marzo, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México el número de reclamos en los  módulos instalados para este fin, había auentado de 10 a 60 por día.
 En busca de ganar usuarios, las aerolíneas de bajo costo acaparan el mercado.
 Durante el primer trimestre de este año, la aerolínea del Caballero Águila transportó 2.4 millones de personas en sus operaciones nacionales. 
En el mismo periodo Volaris y VivaAerobus aumentaron en 27 y 32 por ciento respectivamente su número de pasajeros, mientras que Interjet, registró un incremento de 1.6 por ciento su número de viajeros atendidos. Aeroméxico se mantuvo con un perfil estático, y es que esta compañía, según datos de Monex Casa de Bolsa, maneja tarifas entre 15 y 20 por ciento más altas en promedio que las aerolíneas economicas. 
La industria no sólo presenta problemas en sus costos, las quejas por pérdida de equipaje y sobreventa de boletos se dan al por mayor.
 En la pasada Semana Santa, Volaris, VivaAerobus y Aeroméxico concentraron el mayor número de inconformidades por estos motivos en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM). Aeroméxico también ha sido señalada por autoridades reguladoras de incurrir en prácticas monopólicas y esta semana emplazó a huelga, pugnando un incremento salarial de cinco por ciento y tres por ciento en prestaciones. Tan sólo en 2011, tres compañías acumularon mil 807 quejas ante la Procuraduría Federal del Consumidor: encabeza la lista Volaris con 760,  la mayoría porque la empresa se negó a entregar algún servicio, a hacer cambios o devoluciones o a regresar depósitos.
 Le siguieron VivaAerobus con 554 y Aeroméxico, con 493 reclamos. El fantasma de Mexicana mo deja de acosar al sector, a pesar de que en pocos meses cumplirá tres años de haber suspendido operaciones. 
SOBREVENTA Y CANCELACIÓN DE VUELOS La sobreventa de boletos y la cancelación de vuelos son los principales dolores de cabeza de los usuarios de aerolíneas.
 Durante la temporada navideña de 2012, la Profeco informó que las quejas más comunes en dicho periodo se dan justamente por tales acciones.
 Debido a esta situación, se instalaron cinco módulos de atención en las Terminales 1 y 2 del Aeropuerto de la Ciudad de México, recibiendo 225 quejas en cinco días.
 En Semana Santa, donde también se registra gran afluencia turística, la dependencia logró recuperar más de tres millones de pesos para usuarios de aerolíneas que interpusieron quejas en su contra por retraso de vuelos, sobreventa de boletos y pérdida de equipaje. 
“En el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se han atendido a mil 352 turistas, de un monto reclamado por tres millones 313 mil 472 pesos fueron recuperados tres millones 70 mil pesos, es decir 92.65 por ciento (del total)”, precisó la Profeco.
 Las incorfomidades por tales prácticas se dan al por mayor.
 A finales de marzo de este año, Volaris, VivaAerobus y Aeroméxico concentraban la mayor parte de las quejas de consumidores que la Profeco había recibido en el AICM por cancelar vuelos, no respetar tarifas y perder equipaje. El número de quejas en dichos módulos subió de 10 a 60 por día. 
Profeco inició entonces un procedimiento administrativo contra VivaAerobus e Interjet por cometer diversas violaciones a la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC), entre ellas incurrir en publicidad engañosa, aplicar restricciones a las promociones y realizar cambios sin previo aviso. Gracias a las quejas, la Cámara de Diputados avaló el 4 de abril pasado los cambios a la Ley de Aviación Civil para que las aerolíneas que expidan boletos en exceso o cancelen el viaje sean obligadas a indemnizar el costo total del pasaje a los usuarios afectados.
 Con 403 votos a favor se reformó el artículo 52, con lo que el pago no podrá ser menor al costo total del precio del boleto o de la parte no realizada del viaje. Sin embargo, las modificaciones todavía deben ser avaladas por el Senado. 
MEXICANA DE AVIACIÓN, ATERRIZAJE FORZOSO A principios de 2010 la compañía empezó a mostrar signos de debilidad económica y en julio de ese año sobrecargos y pilotos anunciaron que la empresa decidió cambiar sus contratos colectivos o ponerla en venta a un peso.
 Desde el 27 de agosto de 2010, cuando los entonces titulares de las secretarías de Comunicaciones y Transportes (SCT), Juan Molinar Horcasitas, y del Trabajo, Javier Lozano, anunciaron que en el primer minuto del siguiente día Mexicana de Aviación no haría más despegues ni aterrizajes, los sindicatos afectados tomaron la iniciativa de buscar inversionistas para financiar el rescate.
 En ese momento, la compañía era líder y pionera en el país, con 90 años de vuelos, y la cuarta más antigua en el mundo. Han pasado poco más de 33 meses desde que la empresa dejó de surcar los aires y su situación no es precisamente la mejor.
 Cuando comenzaron los problemas, los empleados de Mexicana afirmaron que la política del gobierno de Felipe Calderón de “cielos abiertos” benefició más a las aerolíneas extranjeras, generando pérdida de competitividad nacional e internacional en la industria aeronáutica del país. 
Los afectado, trabajadores, proveedores y empresarios, acusaron al panista de negligencia y de poner trabas que les dificultaron acabar con el cese de operaciones; además, también han argumentado que el ex Presidente otorgó facilidades al ex dueño de Mexicana, Gastón Azcárraga Andrade, para inducir una “quiebra fraudulenta”.
 La administración de Gastón Azcárraga dejó a la empresa con una deuda de 16 millones de pesos. La salida de Mexicana del mercado fue un duro golpe para diversos sectores.
 De acuerdo con La Jornada, se dejaron de realizar el 30 por ciento de las operaciones domésticas, con el respectivo impacto en aeropuertos y economías locales. 
Además, indica el rotativo, “se registró un déficit en la oferta de asientos en rutas internacionales de 35 por ciento, lo cual causó que 86 por ciento del mercado foráneo fuera atendido por aerolíneas extranjeras”, según datos de la Asociación Sindical de Pilotos de Aviación (ASPA).
 El 5 de agosto de 2010, el Juez del Juzgado Décimo Primero de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal notificó a la Dirección General de Aeronáutica Civil la solicitud de concurso mercantil de la compañía Mexicana de Aviación. 
El 7 de septiembre de 2010, la SCT designó como conciliador en el concurso mercantil a José Gerardo Badín Cherit y el día 2 de marzo de 2011 lo designó también como Administrador, en sustitución de Francisco Javier Christlieb Morales.
 En el proceso de búsqueda de Mexicana para levantar el vuelo, ha habido muchos inversionistas que han asegurado tener los 300 millones de dólares para capitalizar la empresa, pero al final el proceso no es completado. La firma Tenedora K fue la primera en hacerse presente.
 Operó para obtener las acciones del Nuevo Grupo Aeroportuario (que incluye a Mexicana y sus líneas de bajo costo), y luego reveló que sólo compró los títulos para venderlos, presuntamente por una cantidad simbólica de 1,000 pesos.
 Durante el primer trimestre de 2011, el grupo PC Capital, fue avalado por las autoridades como el modelo de negocio que se quería para Mexicana, pero incumplió con la aportación de recursos. Continuó TG Group, que tampoco concretó la aplicación del capital. Siguieron Avanza Capital y Altus Prot, pero de nuevo, no se concretó nada.
 Med Atlántica obtuvo el aval del juez; sin embargo, tampoco inyectó los recursos prometidos. El empresario minero Iván Barona y Grupo Fides, de Francisco Campusano, fueron los siguientes en la larga lista, sin el éxito esperado.
 El 10 de enero de este año se lanzó una convocatoria abierta a inversionistas nacionales y extranjeros y actualmente existen alrededor de 32 inversionistas interesados en la aerolínea, entre ellos el Grupo Fides Gestión Financiera.
 El Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles (Ifecom) solicita en su convocatoria la acreditación de 100 millones de dólares para ser inversionista.
 Pero el panorama no es nada bueno. 
El 30 de abril pasado el titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, aseguró: “Vamos, hemos buscado inversionistas, pero creo que ya ni siquiera es momento de buscar inversionistas, porque ya no hay Mexicana de Aviación. 
Prácticamente la aerolínea ya no tiene más que muy poco.”
 El mismo Ruiz Esparza ya había dicho antes que el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto no rescatará a Mexicana de Aviación ni a ninguna otra aerolínea, pues “no sería justo que se estuviera apoyando a una aerolínea sin estar apoyando a las demás”.

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